Moscú y Jerusalén.-El principal líder opositor ruso, Alexéi Navalni, y más de mil 500 de sus partidarios fueron detenidos este sábado durante una manifestación no autorizada en Moscú, a dos días de la investidura de Vladímir Putin para un cuarto mandato presidencial.
Navalni, quien no pudo presentarse a los comicios del pasado 18 de marzo debido a una condena judicial que él considera orquestada por el Kremlin, había llamado a una jornada de manifestaciones para ayer en todo el país.
Ante su llamado, miles de manifestantes se concentraron en numerosas ciudades del país con los lemas “¡Rusia será libre!” y “¡Abajo el zar!”.
“El anciano cobarde Putin piensa que es un zar. No es un zar, y por eso hay que salir a la calle el 5 de mayo”, había escrito Navalni en Twitter.
Según la organización OVD-Info, grupo independiente que monitorea las detenciones, al menos mil 599 partidarios de Navalni fueron arrestados por la policía a lo largo de la jornada, 702 de ellos en Moscú, 232 en San Petersburgo y 164 en Cheliabinsk, en los Urales, entre otras ciudades.
“Las detenciones se llevaron a cabo de manera brutal”, afirmó OVD-Info. Al menos una persona fue hospitalizada y entre los detenidos hay numerosos adolescentes.
Los agentes utilizaron gases lacrimógenos e hicieron uso de la fuerza para intentar dispersar la manifestación en Moscú, donde se produjeron enfrentamientos entre partidarios de la oposición y militantes pro-Putin.
La policía indicó en un comunicado que detuvo y trasladó a unos 300 manifestantes a comisarías en Moscú y otros 200 en San Petersburgo.
Amnistía Internacional denunció “la dispersión violenta de la manifestación en Moscú” y el uso “desproporcionado” de la fuerza por la policía. La organización aseguró haber sido testigo de la golpiza de manifestantes de la oposición por grupos de cosacos en uniforme favorables al Kremlin.
Horas después, ya en la madrugada de hoy, Navalni fue dejado en libertad. El opositor informó en su cuenta de Twitter de su libertad antes del juicio y que abandonó el departamento de policía de Moscú pasada la medianoche.
Los observadores ya temían que las manifestaciones degenerasen en enfrentamientos con la policía, seguidos de masivas detenciones, como ya ocurrió con el caso de las realizadas contra el tercer mandato de Putin en mayo de 2012.
Entonces, se produjeron enfrentamientos con la policía y centenares de manifestantes fueron arrestados. Una treintena de militantes fueron enjuiciados y condenados a penas de hasta cuatro años y medio de prisión.
Putin, de 65 años y en el poder en Rusia desde hace casi 20 años, fue reelecto en marzo para un cuarto mandato, con más de 76 por ciento de los votos, considerado por su equipo su mejor resultado electoral hasta ahora.
La oposición y observadores internacionales denunciaron fraudes electorales.
Este año, la ceremonia de investidura de Putin será discreta y no incluirá la habitual ceremonia fastuosa en el Kremlin, en un aparente esfuerzo por evitar cualquier mala publicidad, según medios independientes.
En 2012, en la anterior ceremonia de investidura, el cortejo de Putin había recorrido unas desiertas calles de Moscú rumbo al Kremlin, mientras las fuerzas de seguridad acordonaban las avenidas. Muchos observadores consideraron entonces negativa esa imagen.
NETANYAHU, INVITADO A LA PLAZA ROJA
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, viajará a Moscú a mediados de la próxima semana para conversar con Vladímir Putin y asistir a un gran desfile militar para conmemorar la victoria de la entonces Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial (1939-45).
El desfile por el Día de la Victoria se celebrará en la Plaza Roja de Moscú. Los dos líderes discutirán “desarrollos regionales” durante la visita del miércoles, informó ayer la oficina del líder israelí.
Israel y Rusia suelen estar en desacuerdo sobre la guerra en Siria. Moscú es el principal aliado del gobierno del presidente Bashar Asad y ha estado estrechando vínculos con Irán, un país que Israel considera su adversario más peligroso. Israel ha amenazado con destruir sistemas de defensa aérea rusos S-300 si son entregados a Damasco y usados contra sus aviones militares, que han llevado a cabo ataques aéreos en Siria.
El encuentro se producirá después de que el premier revelara en televisión unas supuestas pruebas que mostraban que Irán ha tenido durante décadas la ambición de obtener armas nucleares.
FUENTE/ MILENIO