El árbol de manzano de este jardinero se localiza a las afueras de Yakutia, la región siberiana más extensa de Rusia, donde la mayor parte del año se registra un clima invernal con temperaturas bajo cero.
Esto se logro gracias a que las auto modificaron para adaptarse a las condiciones extremas de la región, aunque la mayoría de las veces las plantas locales se adaptan al clima frío y disminuyen su tamaño
Biólogos observaron este comportamiento en 1970, cuando apareció la nueva raza de manzanas enanas.
“Los árboles necesitan una cierta cantidad de días por encima de los 10 grados Celsius, para completar el ciclo de crecimiento anual, como otras plantas en el Ártico, las manzanas se adaptaron disminuyendo su tamaño”, según investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos.
“Nunca las hemos cosechado todas porque es laborioso y meticuloso, solo toma un puñado y cómetelo”, dijo el hombre