REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Guatemala.- Una jueza guatemalteca decidió que los 154 menores rescatados el pasado 20 de diciembre de la secta judía Lev Tahor permanecerán bajo la tutela y protección del Estado, mientras continúan los esfuerzos de los miembros de la secta por contactar a los niños y protestar contra las autoridades.
Los menores, que incluyen niños, adolescentes y bebés, se encuentran en dos hogares estatales, donde reciben atención mientras se lleva a cabo la investigación. Marvin Rabanales García, director de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, afirmó que la situación es complicada tanto para los menores como para los adultos involucrados, y destacó que se busca resguardar a los niños de la manera menos traumática posible.
El rescate se produjo tras un operativo de la Fiscalía contra la Trata de Personas, realizado en el departamento de Santa Rosa, al sur de la Ciudad de Guatemala. La intervención fue motivada por los testimonios de cuatro menores que escaparon de la comunidad religiosa en noviembre, relatando condiciones de abuso, como matrimonio forzado y otros delitos conexos. Las autoridades también encontraron restos humanos en la comunidad, aunque no se ha dado más información al respecto mientras continúan las investigaciones.
Miembros de la secta, como Mijoel Goldman, han insistido en que los niños están “contentos” y “sanos”, negando cualquier maltrato y asegurando que los menores estaban bien cuidados. Sin embargo, los enfrentamientos entre los religiosos y las fuerzas de seguridad continúan, y las autoridades guatemaltecas siguen trabajando para garantizar el bienestar de los menores rescatados.
El proceso ha sido difícil debido a la falta de identificación de muchos de los menores, lo que ha complicado el conteo exacto de los afectados. No obstante, las autoridades han confirmado que son 154 los niños bajo custodia estatal, mientras que el Procurador General de la Nación, Julio Saavedra, visitó los hogares para verificar la situación personalmente.
Este caso sigue generando tensiones, con los miembros de la secta intentando defender su causa, mientras las autoridades guatemaltecas refuerzan su compromiso con la protección de los derechos de los menores involucrados.