CIUDAD DE MÉXICO.- Un nuevo y poderoso terremoto el domingo en Italia central derribó edificios que habían resistido sismos anteriores y provocó el pánico entre los pobladores, que salieron corriendo a las calles, pero en principio no causó muertes.
El temblor de magnitud preliminar de 6.6 fue el más fuerte en el país en casi 36 años. Que no hubiese muertes se debió en gran medida a que miles de pobladores abandonaron sus hogares la semana pasada después de dos fuertes remezones en la misma zona montañosa.
La distancia entre la antigua ciudad de Norcia, epicentro del actual terremoto, y Amatrice, que fuera devastada hace un mes, es de apenas 56 kilómetros.
Se reportaron unos 20 heridos, muchos de ellos con lesiones menores, dijeron las autoridades. La cadena de los Apeninos en el centro de Italia, situada sobre una gran falla geológica, ha sufrido decenas de grandes terremotos. El del 24 de agosto pasado, de magnitud 6.1, causó casi 300 muertes.
Los temblores del miércoles dejaron a miles de personas sin techo, pero la única muerte se debió a un infarto.
“Desde 1980 que no enfrentábamos un terremoto de esta magnitud”, dijo el director de Protección Civil, Fabrizio Curcio, aludiendo a un temblor de magnitud 6.9 en la región de Nápoles, que causó unas 3.000 muertes y enormes daños en noviembre de 1980.
Curcio dijo que las autoridades acudían con ayuda en helicópteros, ya que muchas vías estaban cerradas por deslizamientos. Unas 3.600 personas ya habían sido enviadas a la costa después del temblor de la semana pasada y la evacuación continuaría, dijo Curcio.
La población más cercana al epicentro fue la antigua ciudad de Norcia, la patria de San Benito, el padre del monasticismo y famosa por su monasterio benedictino. Testigos dijeron que de la catedral de San Benito, del siglo XIV, solo quedó en pie la fachada.
Monjas salieron apresuradamente de su iglesia en Norcia mientras la torre del edificio parecía estar a punto de caer y se arrodillaron en la plaza a rezar, un bombero pidió a un sacerdote que llamara a la gente a mantener la calma, para impedir que se lanzaran a buscar a sus seres queridos.
El vicealcalde Pierluigi Altavilla dijo que su casa seguía en pie, pero todo en su interior se había derrumbado.
“Es como si hubiese explotado una bomba dentro de la casa”, dijo a la televisora Sky TG24.
Los alcaldes de poblaciones como Castelsantangelo sul Nera dijeron que algunos ataúdes fueron expulsados de sus nichos en los muros de los cementerios.
El terremoto afectó un conjunto de poblaciones de montaña muchas de ellas de importancia histórica, que aún no se recuperaban de los temblores de la semana pasada, como Norcia, Visso, Castelsantangelo sul Nero y Preci.
Varios importantes sitios turísticos de Roma y el palacio presidencial fueron cerrados mientras se verificaban los daños.
El papa Francisco mencionó el terremoto durante la bendición dominical. “Rezo por los heridos y las familias que han sufrido los mayores daños, así como por los socorristas y el personal de primeros auxilios”, dijo el pontífice.
Mientras, tanto, Matteo Renzi, primer ministro de Italia, dijo que se reconstruirán todos los edificios que fueron derrumbados por el temblor.
“Reconstruiremos todo. Tenemos los recursos para hacerlo. Las casas, las iglesias, los comercios. Estamos hablando de territorios maravillosos, que hacen de la belleza y la capacidad de acogida algo fundamental”, declaró Renzi en rueda de prensa.
El Centro Sismológico Europeo-Mediterráneo indicó que el terremoto tuvo una magnitud de 6.6 o 6.5 con epicentro a 132 kilómetros al noreste de Roma y 67 kilómetros al este de Perugia, cerca del epicentro de los sismos de la semana pasada. El Servicio Geológico de Estados Unidos reportó una magnitud de 6.6.
El terremoto más mortífero de la historia reciente italiana sigue siendo el de Messina en 1908, que destruyó esa ciudad de Sicilia y dejó decenas de miles de muertos. (Fuente: López-Doriga Digital)
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