Los meteorólogos atribuyen éstas inesperadas lluvias y tormentas a un fenómeno meteorológico denominado “bloque de omega” una inmersión en la corriente que ha atrapado el aire a baja presión en la mayor parte de Francia y Alemania, donde el aire se calienta por el sol. Este hecho conduce a menudo a olas de calor y tormentas eléctricas mientras el aire caliente sube.
Las tormentas recientes han sido más intensas de lo habitual debido a que el aire caliente se eleva y se encuentra con el aire más frío en la atmósfera superior. En general, cuanto mayor sea la diferencia entre el aire caliente que sube y el aire frío alto, más grandes son las tormentas. Algunos factores que podrían afectar a esto son anomalías de temperatura en el océano Atlántico, la capa de hielo en el Ártico o la variabilidad de la temperatura del aire en las zonas tropicales.
El aumento de las temperaturas puede hacer que el aire contenga más agua y que a su vez pueda significar una mayor posibilidad de inundaciones, dice Nigel Arnell en la Universidad de Reading, Reino Unido.
Al menos 18 personas murieron en partes de Alemania, Francia, Rumania y Bélgica, y miles de casas y automóviles resultaron dañados durante las inundaciones que azotaron a estos países la semana pasada.
Uno de los países más afectados por estas inundaciones es Francia, en donde más de 6,000 hogares permaneces sin electricidad, otras regiones permanecen en situación de riesgo; en particular partes de Normandía, así como en los pueblos y ciudades alrededor de la capital francesa.
El primer ministro Manuel Valls dijo el lunes después de una reunión de Gobierno, ” el regreso a la normalidad tomará tiempo”
Por lo tanto Francia ha creado un fondo de emergencia para ayudar a aquellos que perdieron todo después de las peores inundaciones en tres décadas, Valls dijo que el fondo de emergencia será acreditado con “varias decenas de miles de euros” para proporcionar ayuda rápida a las personas sin recursos.
Los riesgos de inundación a lo largo del Sena se movieron río abajo después de obligar a miles de personas a dejar sus hogares y casas flotantes a principios de la semana pasada.
Los niveles de altura que alcanzó éste rio, estuvieron en su punto máximo el sábado pasado, aunque han bajado sigue permaneciendo alrededor de los 3.7 metros por encima de lo normal.
El próximo miércoles se declarará estado de catástrofe natural para las zonas más afectadas, anunció el presidente Francois Hollande este jueves pasado a los medios de comunicación.
El primer ministro francés Manuel Valls visitó el pueblo de Nemours que sufre de éste fenómeno climático desde hace varios días y confirmó que unas 3,000 personas fueron evacuadas de ese lugar que tiene su centro comercial completamente bajo el agua. Los bomberos encontraron el cuerpo de una mujer de 86 años que flotaba en su casa completamente inundada del pueblo de Montargis, también afectado duramente por las lluvias.
Los costes de los daños producidos por las graves inundaciones de la última semana en Francia podrían superar los mil millones de euros.
Mientras en Alemania, residentes en el límite con Austria tuvieron que subir a los techos de sus casas para ser rescatados por helicópteros.
En el país alemán, el fenómeno afectó una zona de Baviera cerca de la frontera austriaca donde se inundaron pequeños pueblos y murieron cuatro personas. Varias zonas aún permanecen sin suministro eléctrico. El gobernador de Baviera, Horst Seehofer, prometió aumentar los esfuerzos y aseguró que no abandonarán a los afectados y a quienes “han perdido todo”.
En la localidad de Simbach, en el estado federado de Baviera, un equipo de buzos descubrieron los cadáveres de tres mujeres de la misma familia, en el interior de su domicilio.
Aunque el nivel del agua ha empezado a descender, poniendo al descubierto los destrozos causados, el Servicio Alemán de Meteorología prevé intensos chubascos que podrían dejar más de 40 litros de agua por metro cuadrado en las próximas horas.
En Rumanía, las fuertes precipitaciones dejaron al menos 80 casas inundadas y provocaron la crecida de los ríos, aunque aún no ha habido desbordamientos ni se han tenido que organizar evacuaciones. Las autoridades han advertido que la situación puede empeorar.
También hubo víctimas mortales en Bélgica y Rumania y varias localidades en Polonia se vieron afectadas.
Información: chematierra.mx