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noviembre 24, 2024

Mundo

Hallan muerto a sacerdote que denunciaba narcotráfico en una comunidad de Argentina

La muerte de un cura que denunciaba el avance de la droga en su comunidad conmocionó ayer a la provincia de Tucumán y a todo el país

ARGENTINA.- La muerte de un cura que denunciaba el avance de la droga en su comunidad conmocionó ayer a la provincia de Tucumán y a todo el país. El padre Juan Viroche, de 47 años, fue encontrado colgado de una viga del techo de la capilla donde realizaba su tarea pastoral. Lo halló la mujer que hace las tareas de limpieza en el templo, en la localidad de La Florida, unos 50 kilómetros al sur de la capital tucumana. El caso movilizó a toda su población, ya que para muchos no importa si fue suicidio –como indicaría la autopsia– o un crimen: el hecho es, señalan, que la droga se llevó la vida de alguien que se manifestaba en contra de los narcos y que estaba amenazado por ellos.

En cada oportunidad que tenía, el padre denunciaba que la droga se había apoderado de las zonas por donde él se movía cotidianamente. Eso le había generado muchos enemigos entre los dealers, que según los vecinos lo venían amenazando para que se callara.

Los lugareños no aceptan la idea de que su “padrecito” se haya suicidado y creen fuertemente que fue víctima de los narcos por sus denuncias. Desde la investigación trascendió que la autopsia señala que habría sido un suicidio. Pero se están analizando los dos teléfonos del párroco y se investigan los últimos momentos de su vida para determinar si podría haber sido inducido a tomar la decisión de quitarse la vida.

El fiscal general ante la Cámara Federal de Tucumán, Antonio Gómez, fue más allá. Aseguró que es “inconcebible” que el sacerdote se haya suicidado porque estaba “comprometido con la vida” y confirmó que “había pedido su traslado por las amenazas que recibía”. Lo hizo antes de que se conociera el resultado de la autopsia. Y de que hablara el fiscal del caso, Diego López Ávila, quien indicó: “Todo indicaría que se trató de un suicidio”, ya que “no se hallaron signos de violencia”. El funcionario destacó que las puertas estaban cerradas por dentro. Y anoche le tomaba declaración a una mujer que podría aportar datos clave.

Mirá también: Una provincia donde las drogas se hicieron tema cotidiano

Desde las primeras horas de ayer, y apenas encontrado el cuerpo, la pequeña capilla fue rodeada por vecinos apesadumbrados. Llanto, dolor, bronca y desesperación dominaron toda la jornada. Las quejas se dirigían hacia la falta de seguridad, ante la falta de policías para cuidar a esta localidad de unos 15.000 habitantes.

Tiempo atrás, el religioso habría pedido el traslado a otra parroquia y esa situación no se había resulto. El Arzobispado tucumano no lo confirmó, aunque emitió un comunicado expresando que su dolor. El texto, firmado por monseñor Alfredo Zecca, agrega: “El padre Juan fue encontrado muerto en circunstancias que se están investigando. Esperamos un pronto esclarecimiento del hecho y confiamos en la acción de la Justicia”. También señala que la Iglesia “colaborará en todo lo que dependa de ella”.

La Conferencia Episcopal Argentina también expresó su “dolor y consternación” e indicó: “Nos unimos al arzobispo local en el pedido de un pronto esclarecimiento del hecho y el acompañamiento a la familia del padre Viroche.

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Por su parte los habitantes de la ciudad expresaron a los gritos que quieren justicia y que se esclarezcan las circunstancias de la muerte. Algunos marcharon con pancartas y con una imagen de la Virgen, al tiempo que convocaron a una marcha para hoy. Ayer se quejaban de que en el último tiempo fue creciendo la venta de droga en las localidades del interior tucumano y señalaban su creencia de que esto se debe a que aumentaron los operativos en las grandes ciudades.

Varias zonas de la capital tucumana son consideradas rojas por el narcomenudeo, entre ellas las humildes barriadas de La Costanera, 11 de Marzo y El Sifón. El crimen asociado a las drogas también está en aumento y se extendió a localidades del interior como Delfín Gallo, Villa Quinteros y otras.

El año pasado Viroche realizó un oficio religioso en la calle, frente al templo de Delfín Gallo, por pedido de los vecinos ante el avance de la droga y la inseguridad. En aquella oportunidad su homilía reflejó sus denuncias contra los narcos: “A determinada hora de la noche, los fines de semana, suena una bomba avisando que ‘ya vienen en camino’ (las drogas). Luego suenan dos bombas avisando que ‘ya están’ en los lugares que los chicos saben que se vende”.

El ministro de Gobierno de Tucumán, Regino Amado, lamentó la muerte del párroco, “con el que trabajábamos coordinadamente en la lucha contra la droga”. Y agregó: “El gobernador (Juan) Manzur me dio instrucciones de poner a disposición de la Justicia todos los recursos que sean necesarios. Y me pidió que me comunique con la ministra Patricia Bullrich y le solicite apoyo de las fuerzas federales”.(Fuente: El Clarín)

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