COLOMBIA
En repudio a la violencia histórica que han enfrentado desde la conquista, Indígenas colombianos derribaron ayer con múltiples cuerdas la estatua de Sebastián de Belalcázar, ubicada en Popayán.
Este, fue un conquistador español del siglo XVI.
Según justificaron sus voceros, indican que Sebastián fue un genocida.
“Masacró a los pueblos que conquistó. Mi respeto a los indígenas Misak que reivindican sus muertos. un símbolo de 500 años de esclavitud finalmente en el suelo”, afirmó la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), Martha Peralta, en Twitter.