CIUDAD DE MÉXICO.- Michael Guntrum, un joven de Pensilvania, perdió su iPhone 4 en marzo de 2015 en el lago helado Kyle.
El joven dejó caer accidentalmente el teléfono al lago cuando logró sacar un pez del agua y relató que en lugar de caer al hielo, el dispositivo tocó el borde el agujero que habían hecho en el hielo y por allí cayó.
Este hecho lo relató en su perfil de Facebook aunque no fue el final de la historia.
En septiembre de 2015 el lago tuvo que ser drenado y entonces Daniel Kalgren, un ingeniero mecánico encontró el iPhone cuando buscaba tesoros con un detector de metales en la cuenca del lago.
El teléfono se mantenía aún con la funda puesta y estaba cubierto del barro del lago y el ingeniero reveló que lo limpió, se lo llevó a su casa y lo metió en arroz por mera curiosidad para saber si todavía funcionaba.
Dos días después de esto, lo conectó a la corriente y, para su sorpresa, encendió.
Después de esto, buscó al dueño a través de la libreta de contactos para después enviarle una imagen en la que se veía el dispositivo.
Guntrum reconoció de inmediato el teléfono y se puso en contacto para recuperarlo. (Fuente: López-Doriga Digital)