Kim Son-gyong, viceministro de organizaciones internacionales de Corea del Norte criticó las declaraciones que el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo durante una visita a Seúl para manifestar su apoyo al desmantelamiento completo del programa nuclear de Pionyang.
“No puedo dejar de expresar un profundo pesar por los comentarios del secretario general de la ONU, que carecen flagrantemente de imparcialidad y equidad y van en contra de las obligaciones de su deber, especificado en la Carta de la ONU, con respecto a la cuestión de la península de Corea”, comentó el viceministro.
Asimismo, recalcó que Guterres “no debe solicitar ni aceptar órdenes del Gobierno de ningún país específico, sino que debe abstenerse de realizar cualquier acción que pueda menoscabar su posición como funcionario internacional que es responsable únicamente ante la ONU”.
El oficial norcoreano precisó que la petición del secretario de la organización sobre “la desnuclearización completa, verificable e irrecuperable” representa “una violación de la soberanía” de Corea del Norte, puesto que solicita un “desarme unilateral”, algo que Pionyang “ha rechazado sin ninguna tolerancia”.
“Para dejarlo en claro una vez más, el acceso de Corea del Norte a las armas nucleares es su elección inevitable para defender la seguridad de su Estado y su pueblo, y garantizar su desarrollo independiente de la política hostil y la amenaza nuclear y el chantaje de EE.UU., que ha impuesto desgracias y sufrimientos incalculables a la nación coreana durante los últimos setenta y tantos años”, declaró.
Además, Kim Son-gyong reiteró que las palabras de António Guterres demuestran que tiene una “simpatía por la política hostil” de Estados Unidos y sus aliados contra Corea del Norte.
También afirmó que el máximo representante de la ONU debe regirse por los principios de “la justicia internacional y la igualdad de la soberanía”, además de preservar “la equidad, la imparcialidad y la objetividad en asuntos internacionales”, incluyendo el tema referente a la península de Corea.
“Aconsejamos al secretario general Guterres que tenga cuidado con hacer palabras y acciones tan peligrosas como arrojar gasolina sobre las llamas, en lugar de hacer cosas útiles para resolver el problema en la situación extremadamente aguda en la península de Corea”, concluyó.
