CIUDAD DEL VATICANO.– El papa Francisco censuró el jueves la repatriación forzada de menores inmigrantes que huyeron de las guerras y la pobreza, y afirmó que las naciones a las que llegan solos deberían atender sus necesidades en lugar de regresarlos a un futuro incierto en sus países.
Francisco examinó la difícil situación de los niños y niñas migrantes en su mensaje anual con motivo del Día Mundial de los Migrantes y los Refugiados.
El primer papa latinoamericano en la historia no mencionó casos específicos, pero la problemática individual de los menores centroamericanos que viajan solos por México hacia Estados Unidos ha suscitado durante años preocupación entre los obispos y organizaciones católicas.
México deporta ahora más migrantes centroamericanos que Estados Unidos, un cambio espectacular desde que Estados Unidos solicitó a México ayuda en 2014 después de un marcado incremento en la migración ilegal, especialmente de menores que viajan solos.
La mayoría de los migrantes centroamericanos que huyen de la violencia del narcotráfico y las pandillas en Guatemala, Honduras y El Salvador, son deportados en autobuses desde México.
En su mensaje, Francisco dijo que los países deben equilibrar su derecho a controlar los movimientos migratorios con su “deber de resolver y regularizar la situación de esos menores migrantes, respetar su dignidad y empeñarse en resolver sus necesidades cuando se encuentran solos, pero también las de sus padres”.
Advirtió que los menores migrantes son a menudo víctimas de la prostitución, la pornografía y el trabajo forzado.
Señaló que con mucha frecuencia, los menores son repatriados a fuerza a sus países de origen “sin preocupación alguna en su interés superior”, en lugar de que se les acoja e integre en las naciones a las que han llegado.
Incluso los centros de detención suscitan preocupaciones, agregó.
No es inusual que los arresten, y como no tienen dinero para pagar la multa o el viaje de regreso, pueden ser encarcelados largo tiempo, y quedar expuestos a varios tipos de abusos y violencia”, señaló el papa.
Francisco visitó a principios de año la frontera entre Estados Unidos y México y oró por los migrantes que han perdido la vida en su intento por alcanzar territorio estadounidense.
En 2014, más de 46 mil menores no acompañados provenientes de Centroamérica ingresaron en Estados Unidos, situación por la que Washington recurrió a los gobiernos de México y la región para que intentaran contener la oleada de migrantes.
En la mayoría de los casos, México retiene a los migrantes sólo el tiempo suficiente para verificar sus nacionalidades antes de repatriarlos.(Fuente: Excelsior)