CIUDAD DE MÉXICO.- Los terremotos y sismos son eventos que muy pocas veces se pueden predecir, por lo que nos pueden tocar en situaciones poco ideales, como en el océano.
El buzo Jan Paul Rodríguez se encontraba a una profundidad de 18 metros en Mabini, Filipinas, cuando el suelo marino comenzó a tronar y el agua que los rodeaba se volvió turbia. Esto se debió a que en ese momento comenzó un temblor de 5.9 grados de magnitud.
En el video se observa como las piedras en el suelo comienzan a moverse, mientras se escucha como cruje el piso, la arena se levanta, por lo que el agua se vuelve turbia y la visibilidad es complicada.
Tras unos segundos se ven algunos peces moverse nerviosos, mientras que la arena permanece revuelta en el fondo marino.
Afortunadamente nadie salió herido, pero las imágenes muestran el asombroso poder de la naturaleza.(Fuente: Campeche Hoy)