DAMASCO.
Al menos 35 personas murieron y decenas más resultaron heridas tras la explosión de un camón cisterna bomba hoy en un mercado callejero de la ciudad siria de Afrin, región norteña controlada por rebeldes.
El camión, usado para la trasnportación de diésel y cargado con explosivos para el atentado, fue detonado en la calle Raju.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) reportó la quema total de algunos cuerpos, estructuras dañadas y vehículos inutilizables debido el estallido.
Este atentado en la región ocupada por grupos respaldados por Turquía siguió a otro realizado previamente en la misma ciudad, aunque no hay mayores detalles al respecto.
Las cifras finales sobre el número de muertos por el hecho de este martes no están claras aún.
La Agencia Árabe Siria de Noticias menciona que la detonación “mató e hirió a varios civiles”. En tanto, el OSDH dice que “muchas personas fueron confirmadas” como fallecidas o heridas, mientras que la agencia turca Anadolu cifró las víctimas, hasta las 15:57 GMT, en 35 muertos y 30 heridos.
Afrin fue arrebatada por Ankara y el Ejército Libre Sirio (ELS) a las Unidades de Protección Popular Kurdas (YPG) en marzo de 2018, tras una ofensiva conjunta.
YPG es considerado un grupo terrorista por Turquía, al ser una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Dicho grupo se alió con el gobierno sirio para derrocar el levantamiento de los grupos rebeldes.