Un avión ruso modelo AN-148 de la aerolínea Saratov con 71 personas ha bordo se ha estrellado este domingo cerca de Moscú. No hay supervienentes entre los 65 pasajeros y seis tripulantes del aparato, que había despegado del aeropuerto de Domodédovo, el segundo aeropuerto más grande de Moscú, según ha informado una fuente del Ministerio de Situaciones de Emergencia. “No tenían ninguna posibilidad de quedar con vida”, ha señalado el funcionario a la agencia rusa Interfax. Poco después del suceso, varios habitantes de esta zona ya relataban cómo vieron al AN-148 caer a tierra envuelto en llamas.
Los expertos consideran que el accidente pudo haber sido causado tanto por las condiciones climáticas como por un fallo técnico, sin excluir el error humano. Sin embargo, según algunas fuentes, el aparato, que había sido fabricado hace ocho años, habría chocado al despegar con un helicóptero de Correos de Rusia.
La aeronave desapareció de los radares —en los que había permanecido solo dos minutos y once segundos— poco después de las tres de la tarde (hora local, la una en la España peninsular) y se precipitó en la zona de la aldea de Argunóvo, distrito de Rámenski, en los alrededores de la capital rusa. El AN-148 se dirigía a la ciudad de Orsk, en la provincia de Oremburgo, al sur de los Urales. La gran mayoría quienes iban en el avión —más de 60— eran de esa región, particularmente de su parte oriental, señaló Serguéi Shermeschinski, portavoz del gobernador de Oremburgo.
El ministro de Transporte ruso, Maxim Sokolov, que ha anunciado una comisión para investigar la catástrofe, se dirigió inmediatamente al lugar donde se estrelló el avión y donde ya se han encontrado los primeros restos de las víctimas. Fuentes de los servicios de emergencia han indicado que los restos del aparato han sido avistados desde el aire y que los equipos de rescate también se han dirigido al lugar del siniestro a pie, ya que no lo pudieron hacer por carretera.
La fiscalía ha abierto un caso criminal del accidente del AN-148 y ha decidido investigar asimismo a la compañía aérea, Saratov. El presidente Vladímir Putin, además de enviar las condolencias a las familias de las víctimas del accidente aéreo, ha llamado a formar una comisión especial para estudiar lo sucedido, según ha declarado su portavoz, Dmitri Peskov.
FUENTE/ EL PAÍS