Un avión de pasajeros con 66 personas a bordo se ha estrellado este domingo en el oeste de Irán. Un portavoz de la compañía que operaba el vuelo, Aseman Airlines había informado a la televisión pública iraní de que todas las personas que iban a bordo habían fallecido. Horas después, la compañía se ha retractado y ha asegurado que, dadas las “circunstancias especiales de la región” montañosa en la que se ha producido el siniestro, aún no se ha podido acceder al lugar del accidente, por lo que no puede confirmar la muerte de todos los ocupantes de la aeronave. El aparato, que realizaba un trayecto interno, transportaba a 60 viajeros y a seis tripulantes. El aparato desapareció de los radares unos 20 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Mehrabad, en Teherán, según ha explicado el portavoz de Emergencias, Moytaba Jaledí. ”
“Dadas las circunstancias especiales de la región, todavía no hemos podido acceder al lugar [del accidente], por lo que no podemos confirmar de forma precisa y definitiva la muerte de todos los ocupantes del avión”, ha declarado Mohammad Tabatai, director de relaciones públicas de al compañía, a la agencia de noticias ISN. Horas antes, había asegurado a la cadena estatal IRIB que, tras una búsqueda en la zona del siniestro, les habían informado de que “todas las personas que iban a bordo de la aeronave” habían perdido la vida.
Entre los pasajeros del avión había un niño, según ha informado la compañía aérea, que ha precisado que la tripulación estaba integrada por dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad.
El avión, un modelo ATR 72 con 20 años de antigüedad, volaba entre la capital iraní y la ciudad de Yasuj, que está en el suroeste del país. Despegó a las 8.00 hora local (5.30 hora peninsular española) y chocó contra una montaña llamada Dena, de la cordillera Zagros, cerca de la localidad de Samirom, en la provincia de Isfahán y a unos 480 kilómetros al sur de la capital. Al tratarse de una región montañosa, las autoridades han enviado helicópteros de rescate, dado que el acceso de ambulancias es difícil.
Es posible que el accidente haya estado causado por la climatología, en concreto por la niebla y el viento registrados en esa región. El gobernador de Samirom ha explicado este domingo que a los helicópteros de rescate les estaba costando aterrizar en el lugar del accidente debido a la intensa niebla y que los servicios de emergencia estaban tratando de acceder a la zona por tierra.
FUENTE / EL PAÍS