Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
Con frecuencia, sumergidos en nuestro micro problemas existenciales, olvidamos que nuestra vida no es ni siquiera un pixel dentro de la línea del tiempo de la humanidad, el planeta o, mucho menos, de la galaxia.
Y en este sentido recordarlo, aceptar que somos ínfimos microbios en este mar de energía, resulta más que terapéutico pues nos permite dimensionar lo diminuta e insignificante que es nuestra historia de vida con respecto al cosmos y, por ende, trascender nuestra propia existencia –y con ello poner a dieta nuestro ego–.
A propósito de la reflexión anterior, encontramos una visualización del desdoblamiento de nuestro universo a lo largo de 13,800 millones de años (o 13,800,000,000).
Mucho ha ocurrido desde entonces, básicamente todo lo que conocemos y hemos conocido. Sin embargo, cuando observamos esta representación, por cierto bastante relajante, nos damos cuenta que a fin de cuentas termina siendo solo una especie de brisa impermanente.
Así que regálale 37 segundos de vida a este breve recorrido y recuerda que, de algún modo, en el podría estar contenida, por completo, la vida de lo conocido y lo conocible. Relájate.