CIUDAD DE MÉXICO.- La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) inició una investigación sobre el ejercicio de los mil millones de pesos a la Fundación Juntos Podemos, que preside la panista Josefina Vázquez Mota, parte de los cuales fueron usados por la Fundación AEM que dirige un grupo de sus amigos.
La indagatoria de la SRE es en respuesta al escándalo por la presunción de malos manejos de recursos por parte de Eduardo Bravo Calderón, presidente de la Fundación AEM, y sus supuestos cómplices, Emilio España y Alejandro Quiroz, los tres operadores financieros de Vázquez Mota.
Estos tres personajes fueron a su vez expulsados el miércoles 25 de la Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM) –España era el tesorero–, precisamente porque se identificó que incurrieron en conflictos de interés y porque no aclararon manejos financieros que involucraban a este organismo con la Fundación AEM.
La investigación de la SRE es diferente a la indagatoria que emprendió la AEM desde el 23 de noviembre del año pasado, de cuyo consejo formó parte hasta el 18 de enero, Gerónimo Gutiérrez, quien espera la ratificación del Senado para convertirse en embajador de México ante Estados Unidos y quien conoció parte de las irregularidades de los tres implicados, que son sus amigos.
Como se informó en la columna “Historia de lo Inmediato”, del martes 31, los recursos presuntamente desviados son parte de los mil millones de pesos de recursos federales gestionados por Vázquez Mota, quien tiene una estrecha relación profesional y de amigos con Bravo Calderón, España y Alejandro Quiroz.
Estos tres individuos son, justamente, los dueños de la marca Juntos Podemos de la fundación que preside Vázquez Mota y son sus operadores políticos y financieros en su proselitismo por ciudades estadunidenses, todo con cargo al erario federal que la SRE le entregó.
El reporte del comité de investigación de la AEM, parte del cual conoció Gerónimo Gutiérrez en su calidad de consejero de este organismo privado, expone que Bravo Calderón estableció un esquema de desvío de recursos públicos en su beneficio, en complicidad con España.
Como si fuera un benefactor, supuestamente Bravo Calderón pagaba de su bolsa la renta de las oficinas, la nómina del personal, las redes sociales, los sistemas de pago, los eventos, viajes y hasta la Revista Empresarios AEM, institución de la que había sido presidente.
Pero las oficinas de la AEM están a nombre de MMG Communications Inc, empresa de su propiedad, y la revista la editaba también otra compañía suya, Ediciones Supcorp SA de CV –con sede en la Ciudad de México–, por lo que cobraba lo que quería y él mismo se pagaba con recursos de la Fundación AEM, receptora de parte de los mil millones de pesos gestionados por Vázquez Mota.
En la reunión de la AEM, que duró cinco horas y en la que renunció Javier Martínez a la presidencia, que luego asumió Rafael Herrera, se tomó el acuerdo de recomendar a los dirigentes e integrantes de la AEM no tener ninguna relación con los tres directamente implicados y Emmanuel Loo, director del Integra Institute, que es la imagen pública de Fundación AEM y quien opera empresas creadas por ésta, como Mexpliqa LLC y Tianguist. (Fuente: Proceso)