México.- Este domingo 24 de enero el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció estar contagiado con Covid-19 desatando una serie de reacciones positivas y buenos deseos a su persona, sin embargo, con sus 69 años de edad, problemas de hipertensión arterial y antecedentes cardíacos nació una gran pregunta: Si muere, ¿quién ocupará su lugar?
La máxima reglamentación del país, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece que si el mandatario en turno pierde la vida, su lugar sería tomado temporalmente por el Secretario de gobernación, en este caso Olga Sánchez Cordero.
Según el articulo 84 del Diario Oficial de la Federación, Olga Sánchez Cordero tomaría el sitio como Presidenta, mientras el Congreso, en máximo de 60 días, determina al sustituto o interino del Ejecutivo Federal.
Es importante resaltar que el funcionario o funcionaria que ocupe el puesto no tendría facultades para nombrar o remover Secretarios sin la autorización de los Senadores. Lo que sí debería hacer es entregar al Congreso de la Unión un informe de labores.
Si el fallecimiento del Presidente se da durante los dos primeros años de sexenio y el Congreso de la unión está sesionando con por lo menos dos terceras partes de sus miembros, se formará un Colegio Electoral que determine un mandatario interino. Esto por mayoría de votos y en total secreto.
Tras el nombramiento, el mismo Congreso tendría diez días para dar a conocer la convocatoria a un nuevo Presidente. Entre este texto y las elecciones deberían pasar por lo menos siete meses. El o la funcionaria electa solo terminaría el ciclo en curso.
En caso de que el Congreso no esté en sesiones, la Comisión Permanente convocaría a una de forma inmediata para que inicie todo el proceso descrito en los párrafos anteriores. Por otro lado, si el mandatario muere en los últimos cuatro años de su mandato, el Congreso nombraría, bajo votaciones, a la persona que ocupe el cargo.
Con información de Vanguardia