Nueva York, EU.– Quien confesara –durante el juicio en Brooklyn– que Joaquín El Chapo Guzmán ordenó matar (fallidamente) al ingeniero de comunicaciones internas del cártel del que fue líder, Alex Cifuentes, su excolaborador, embarró ayer al recién expresidente de México, Enrique Peña Nieto, de haber recibido un soborno que asciende a 100 millones de dólares por parte del líder del Cártel del Sinaloa.
De acuerdo con sus declaraciones, el envío del soborno lo realizó una mujer a la que se refirió como “Comadre María”, en la capital del país que gobernó EPN de 2012 al 2018. Además, la supuesta conexión del Cártel de Sinaloa con Peña, se dio a través de la secretaria de Cifuentes identificada como Andrea Vélez Fernández, con JJ Rendón, consultor político que colaboró en la campaña presidencial del priísta en el año de 2012.
El exlíder del cártel de Sinaloa fue extraditado a la Gran Manzana, irónicamente para Peña Nieto durante su mandato, un día antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el 19 de enero de 2017.
El narcotraficante colombiano que ahora se encuentra en calidad de testigo durante el juicio –que inició en noviembre del 2018–, fue mano derecha de El Chapo por seis años aproximadamente. Él también reveló, sin dar el nombre exacto, que Guzmán intentó sobornar a un “General de la nación” por 10 millones de dólares en 2013, sin embargo, el general incógnito no aceptó el soborno porque “odiaba mucho a Joaquín”, reportaron agencias.
También Felipe Calderón…
Estas no han sido las únicas declaraciones de Cifuentes que inmiscuyen a mandatarios mexicanos, pues Jeffrey Lichtman, abogado defensor de El Chapo, hizo presión para que el testigo leyera las declaraciones que había expresado en 2016 a la Fiscalía, donde expresa que Los Beltrán Leyva, competencia del Cártel de Sinaloa, pagaba al expanista y expresidente, Felipe Calderón Hinojosa para atacar sistemátcamente a la organización de Guzmán Loera.
Desde el mes de noviembre pasado, el defensor de El Chapo declaró ante el tribunal de Estados Unidos que Enrique Peña y Felipe Calderón recibieron sobornos por parte del narcotráfico. Ante esta serie de declaraciones, es fácil asociar el poder político mexicano de las anteriores administraciones federales con el poder desarrollado por los cárteles del narcotráfico, los Beltrán Leyva con el PAN y el Cártel de Sinaloa con el PRI, sin embargo, los involucrados tachan estas declaraciones vertidas por narcos, de falsas e incluso “temerarias”.
