Redacción / Grupo Cantón
La Ley del Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales obliga a todas las escuelas, públicas y privadas, a realizar honores cada semana.
México.- Cada lunes, sin falta, estudiantes de todos los niveles educativos en México se forman en patios escolares para rendir honores a la bandera nacional. Esta práctica, más allá de ser una tradición, es una obligación legal que refuerza los valores patrióticos y la identidad nacional desde edades tempranas.
Este acto simbólico, que muchas generaciones recuerdan por sus momentos emotivos o incluso cómicos, como los desmayos en fila o el nerviosismo al recitar el juramento, tiene un sustento formal en la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales.
Una práctica respaldada por la ley
En sus artículos 14 y 15, esta ley establece que todas las instituciones educativas del país, públicas o privadas, deben realizar honores a la bandera cada lunes, o el primer día hábil de la semana si es festivo. Además, especifica el protocolo a seguir, desde el saludo civil, la entonación del Himno Nacional y la conducta que se debe guardar durante el acto.
Aunque los honores se practicaban desde antes, fue en 1981 —durante el sexenio del presidente José López Portillo— cuando se formalizó legalmente con el Decreto Presidencial 245, publicado el 19 de enero de ese año. Desde entonces, esta ceremonia es parte obligatoria de la vida escolar en México.
Identidad y educación cívica
El objetivo es claro: fortalecer la identidad nacional, el respeto a los símbolos patrios y los valores cívicos. Al rendir honores, niñas, niños y adolescentes no solo recuerdan su historia, sino que también ejercitan valores como el respeto, la responsabilidad y la pertenencia.
En muchas escuelas, el acto incluye la participación de una escolta, el recitado del juramento a la bandera y mensajes cívicos. Aunque no todos estos elementos están obligados por ley, forman parte del formato que miles de planteles replican semana a semana.
Un acto que conecta generaciones
Más allá de su aspecto normativo, los honores a la bandera han forjado memorias colectivas entre generaciones de estudiantes mexicanos. Desde aprender el himno de memoria hasta portar con orgullo el estandarte nacional, la ceremonia sigue siendo un reflejo de los valores que se busca cultivar desde las aulas.