Con información de revista Proceso
Después de las acusaciones que surgieron esta semana –sobre supuestos intentos de extorsión y amenazas– en contra de Javier Fernández, padre de la menor Daphne, quien a principios del año pasado fue presuntamente abusada por un grupo de jóvenes identificados como Los Porkys en Boca del Río, Veracruz, la joven denunció que su “pesadilla parece no tener fin”.
En su cuenta de Facebook, la joven aclaró que el dinero no compensa el daño sufrido ni su integridad.
De esta forma respondió Daphne a las declaraciones hechas por parte de los padres de Los Porkys en contra de su padre, quienes acusan a Javier Fernández de quererlos extorsionar.
Felipe Capitaine y Héctor Cruz, padres de dos de los jóvenes señalados, dijeron que Javier Fernández planeó la acusación y que no es la primera ocasión que utiliza a su hija para extorsionar.
En un mensaje a sus contactos, Daphne posteó este jueves: “Ya estoy mas que cansada de gente hipócrita, les pido por favor si van a compartir cosas en contra mía o de mi papá, elimínenme, yo ya borre a muchas personas que conozco por compartir cosas que no son ciertas pero aun así me siguen apareciendo ese tipo de noticias.”
Además, pide a sus contactos reflexionar sobre la “nueva noticia”, donde padres de dos de Los Porkys acusan a su papá y a Ricardo Fernández, quien medió en el caso del presunto abuso sexual, por los delitos de privación ilegal de la libertad, secuestro y amenazas.
“Les quisiera pedir reflexionar sobre la nueva ‘noticia’ que sacaron en el que según mi papá y Ricardo extorsionaron a los padres de esos individuos y que todo esto es por dinero, que hay varios casos similares conmigo porque mi papa se dedica a “extorsionar”, se que no les debo de dar ninguna explicación pero por favor piensen, reflexionen: ¿Que precio tiene tu vida? Si, vida, se que no estoy muerta pero muchas veces siento que que más da si mi vida esta totalmente arruinada, siento que no soy mas que ‘la niña abusada’ o para algunos ‘la niña mentirosa’ (sic)”.
Luego advierte que ni un millón ni cuatro millones de pesos, cantidad que supuestamente pidió su padre, podrían recompensarla: “¿Donde queda mi integridad, mi paz, mi privacidad, mi dignidad? No se ustedes que piensen pero para mi no tiene precio”.
“He visto muchos comentarios en los que dicen que esto ya parece una novela, lo peor es que yo concuerdo. Ahora imagínense vivirlo, despertarte cada mañana al mismo drama, al mismo problema, al mismo infierno, a la misma pesadilla que parece no tener fin”, deploró.
Por último, alerta que Los Porkys y sus padres ya han llegado al límite de la situación, y que “cuando siento que ya no van a decir nada por no empeorar su situación, ahí van otra vez y nos atacan”.