CIUDAD DE MÉXICO
Seguro las has probado. La falta de tiempo; calmar el hambre; un “lunch”… son algunos de los argumentos que te han llevado a consumir algún tipo de sopa instantánea.
¿Qué crees? Pues ni son nutritivas y son productos que incluyen como base sabores artificiales.
La Revista del Consumidor en su edición de julio, puso “Bajo la Lupa” a las sopas instantáneas. A través de la publicación “Daño Instantáneo” evidenció la verdad de estos productos.
Encontró como ingredientes de elaboración: hidratos de carbono –propios de cereales como arroz o las pastas, la mayoría de sémola–; grasas y proteínas; sodio y glutamato de monosódico.
El diario La Vanguardia destacó en 2017 que el glutamato de monosódico se utiliza para potenciar el sabor de determinados ingredientes de sus elaboraciones.
En aquel momento se indicó que podría ser causa de “entumecimiento en la nuca que luego se extiende a brazos y piernas”.
Incluso llegan a enlistar estos padecimientos:
- Dolor de cabeza
- Sofocación
- Taquicardia
- Sensación de presión en la cara
- Adormecimiento de la boca
- Dificultad para respirar
- Sudoración
- Dolor de pecho
- Debilidad
Sobre el aporte energético, las sopas instantáneas se indicó va de las 29 a las 230 kcal por cada 100 gramos.
Los expertos aportan sus posturas ante el consumo de este tipo de producto. La Food and Drug Administration de Estados Unidos de América (FDA), advirtió que la sopa “generalmente reconocido como seguro”. Mientras que, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) ha declarado que no hace daño.
“Aunque existen personas que presentan síntomas adversos por su consumo, los científicos afirman no haber encontrado, hasta ahora, reacciones consistentes”, señaló la Revista del Consumidor.
Por lo que concluyó:
“Estas sopas no te nutren y el sabor que aportan no es a base de vegetales o carne, sino de una serie de saborizantes artificiales que no son buenos para tu organismo”.
Vía VANGUARDIA y EXCELSIOR
