CIUDAD DE MÉXICO.
Sin salir de Zócalo, alrededor de nueve millones de personas podrán hacer “un viaje imposible”, al visitar en un mismo espacio cuatro regiones del país con sus respectivos altares para el Día de Muertos.
“Altar de altares como su nombre lo indica, no es solamente un altar, sino que nos va a dar un panorama, es como hacer un viaje imposible, un viaje alrededor de la República sin salir del Zócalo. Tenemos cuatro puntos cardinales es por eso que decidí recuperar el centro de la Ciudad de México como el centro del universo y a través de esta rosa de los vientos una mirada a la República mexicana”, explicó Vladimir Maislin Topete, artista que diseñó la escenificación que se instala en la Plaza de la Constitución en conmemoración a los difuntos.
Desde Sonora hasta la Península de Yucatán, pasando por Michoacán y La Huasteca, los asistentes a la Ofrenda Monumental podrán apreciar diversas formas sobre cómo en México se recuerda a los que ya no están.
En entrevista con Excélsior, Vladimir Maislin detalló que esta ofrenda será inaugurada el viernes primero de noviembre y permanecerá hasta el 10 de noviembre para que los asistentes puedan apreciarla de día y de noche, por lo que se estima que más de nueve millones de personas la visiten.
“Estas estructuras albergan regiones que yo seleccioné por su belleza y también por su singularidad porque son cosas que la gente no está acostumbrada a ver. Creo que se van a sorprender al ver otras formas, otros colores, otros elementos que no habían asociado a la fiesta de muertos”.
Informó que para este proyecto incluyendo el material, el montaje y los cientos de artesanos y trabajadores que participan en la instalación de esta ofrenda, el gobierno de la Ciudad de México invirtió 10 millones de pesos, además de que el material se podrá reutilizar en otros pabellones, para que se aproveche.
El escenógrafo contó que haber ganado la votación popular que se llevó a cabo para elegir la ofrenda de entre seis proyectos es un orgullo y confía en que los visitantes la disfruten, pues lleva siete meses trabajando en esta ofrenda considerando desde que metió el proyecto al concurso.
“En el centro de las estructuras se forma algo que yo le llamo el corazón de la ofrenda, en donde vamos a ver un espectáculo formado por faroles artesanales que nos remiten a la artesanía oaxaqueña, también tenemos unas cruces iluminadas y unas cruces florales hechas en Xochimilco que tienen dedicatorias de afectos que todos compartimos y representa lo que para mí es un altar, que es un acto de amor, una manera de expresión, un amor que trasciende lo terrenal”, concluyó.