Galeana, Chihuahua
Luego del asesinato de nueve de sus miembros, seis de ellos menores de edad, la familia LeBarón, además de sed de justicia, tiene el anhelo de que este lamentable hecho sea un símbolo de la violencia y la inseguridad que se vive en esta región de Chihuahua y en todo el país.
Adrián LeBarón, unos de los patriarcas de la familia, padre de Ronitha Miller y abuelo de cuatro de los niños asesinados, hizo un llamado a las autoridades en Sonora y Chihuahua, así como a quienes desde nivel federal, coordinan la lucha contra la violencia.
‘Mi petición es que no dejen ir esto, yo no quiero que la vida de mi hija, de mis nietos y de mis seres queridos se haya ido en vano. Ellos podrán haber muerto, pero deben de ser un símbolo.
‘Estas muertes nos deben gritar día con día nuestra realidad, porque este problema (la violencia e inseguridad) está donde sea. Aquí yo creo que hasta los malos se sienten mal por lo que hicieron’, declaró este integrante de la familia LeBarón, una comunidad que por más de 50 años ha vivido en esta zona.
‘Nosotros no nos sentimos abandonados. Nos sabemos abandonados!’, sentenció.
El vocero de las familias LeBarón, Miller y Langford no está conforme con la teoría de una confusión y cree que existe otra realidad.
‘Yo sí sé qué pasó porque lo estudié como por 20 horas. Me subí a los cerros, ahí les dispararon a mansalva, encontramos casquillos chiquitos ahí junto a la camioneta, quiere decir que los remataron.
‘Esa cosa no explotó. A cinco mil grados centígrados se derritieron hasta los rines de las llantas. A ese carro le metieron gasolina y le prendieron fuego después de haberlos acribillado de lejos y rematarlos de cerca. Y sí, la lumbre creó la explosión, no un disparo de lejos’, aseguró.
A pesar de la tragedia, LeBarón aseguró que su familia no tiene pensado irse del país. ‘Este no es el mejor lugar para vivir para nosotros, es el único, no podemos irnos. Preferirnos morir aquí, en una cueva, que en la mejor residencia de Nueva York. Ustedes experimentaron este amor que nos tenemos aquí. ¿Para dónde me voy?’, dijo.
Respecto a cómo vivir después de sepultar a su hija y a sus nietos, Adrián LeBarón declaró que debe dar la cara por su familia y las autoridades, hacer su trabajo.
‘Voy a llorar mucho, me imagino que en los siguientes meses voy a llorar mucho’.