GUADALAJARA
Las iglesias de la ciudad mexicana de Guadalajara, la segunda del país, reabrieron sus puertas ayer lunes para realizar celebraciones litúrgicas con presencia de fieles y en medio de estrictas medidas sanitarias para prevenir contagios de la covid-19.
Los creyentes deben usar tapabocas, se les toma la temperatura en la puerta y se les coloca gel en las manos. Durante la misa, al momento de dar la paz se realiza una reverencia con la cabeza en vez de estrechar manos y en la comunión reciben la hostia en su mano y no en la boca.
“Es motivo de alegría para todos nosotros (…) volver a iniciar lo que es el culto público, obviamente con todas las medidas sanitarias”, dijo a la AFP Filemón Rivera, sacerdote en el templo de La Merced, a donde acudieron unas 20 personas a la misa.
La catedral de Guadalajara, con capacidad para unas 900 personas, también reabrió sus puertas con una misa al mediodía a la que asistieron una veintena de personas.
La misa del pasado domingo fue todavía a través de redes sociales y aunque se anunció la reapertura de los templos en el estado de Jalisco (oeste), se alertó que persiste el riesgo de contagio.
“Se trata de una apertura pero con seguridad y con responsabilidad porque la contingencia no ha pasado”, dijo el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles.
El domingo el gobierno de Jalisco publicó en su diario oficial que “los recintos religiosos podrán funcionar al 25% de su capacidad o hasta un máximo de 50 personas y se promoverá que las ceremonias, ritos o cultos duren el menor tiempo posible”.
Las iglesias de otros estados de México también han reanudado las misas, suspendidas a mediados de marzo pasado por el avance del nuevo coronavirus, que hasta este lunes dejaba en el país 150.264 casos confirmados y 17.580 defunciones.
Las misas en Ciudad de México se reanudarán la próxima semana con una asistencia controlada y estrictas medidas sanitarias.