México
Con 35.006 muertes por COVID-19, México sobrepasó a Italia en número de decesos (34.954) subiendo al cuarto lugar mundial, un tema que ha causado un encendido debate en torno a la comparación de cifras.
Además de los poco más de 35.000 fallecidos -279 nuevos en las últimas 24 horas- México rozó en las últimas horas los 300.000 contagios -con los 4.482 casos reportados el domingo- desde que comenzó la pandemia en este país, el 28 de febrero, y con ello se ubicó en el séptimo lugar del mundo en casos confirmados.
Con esas cifras y de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins de EE.UU., México está detrás de Estados Unidos (135.205 muertos), Brasil (72.100) y Reino Unido (44.904), confirmando que América es el foco rojo de la pandemia.
Pero aunque los números resultan alarmantes, el Gobierno mexicano y algunos especialistas han señalado que las comparaciones entre países no pueden ser solamente numéricas y se tienen que tomar en cuenta otros factores.
“Para poder hacer una comparación entre países, en este caso por defunciones, tendríamos que mostrar el número de fallecimientos por cada 100.000 habitantes que es lo que se conoce como la tasa de mortalidad”, expuso este lunes en entrevista con Efe el economista y politólogo del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Mario Campa.
Durante la pandemia en México, Campa se ha dedicado a mostrar en redes sociales gráficas y datos estadísticos mediante los cuales intenta explicar el comportamiento del coronavirus en este país, más allá de las simples cifras.
Comparaciones odiosas
Este domingo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en un mensaje en video que su Gobierno tiene que informar permanentemente sobre la epidemia en el país y cómo esta se comporta con relación al resto del mundo.
“Porque algunos medios comparan las cifras con otros países y no es como ellos lo están dando a conocer”, apuntó López Obrador, quien los calificó como “alarmistas” por no tomar en cuenta el “número de habitantes” al hablar de otras naciones.
Detalló que México no ha superado en defunciones a Bélgica, Reino Unido, Italia, España, Suecia, Francia, Estados Unidos, Chile, Perú, Países Bajos, Brasil y Ecuador.
Días antes, en su conferencia diaria, López Obrador señaló que en los medios locales dicen: “Ya se superó a España, Francia o Italia, pero nosotros tenemos el doble de población de esas naciones”.
Además, López Obrador -que habitualmente ataca a la prensa que considera “fifí” (conservadora)- calificó de “penoso” hacer comparaciones sobre decesos porque “son de mal gusto y dolorosas”.
Un día antes, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, señaló, en la conferencia donde se presenta el reporte técnico de la enfermedad, que la comparación numérica de casos, de hospitalizaciones y de muertes entre países “no tiene sentido técnico”.
“Es importante que la población tenga claro que cuando le presentan números y comparan números entre países o territorios que tienen poblaciones diferentes le están dando una información confusa, posiblemente engañosa”, dijo.
Al igual que el presidente, López-Gatell remarcó que México tiene 128 millones de habitantes y en el caso de Italia tienen 60 millones. “No es una comparación válida”, apuntó.
No obstante, varios medios de comunicación locales rebatieron también estas explicaciones gubernamentales señalando que hay países más poblados de México con menos muertos como Rusia (11.422) o India (23.174), según datos de la Johns Hopkins.
Revisar otros factores
La gestión de la pandemia en México es a diario objeto de numerosas opiniones, a favor y en contra.
Por ejemplo, debido a que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el país miembro que practica menos pruebas.
O porque varias investigaciones de medios de comunicación han señalado un supuesto subregistro de fallecidos por coronavirus.
Para Campa, también maestro en política económica de la Universidad de Columbia, entre los países existen múltiples factores a revisar que no pueden ser comparables. “No es tan fácil hacer comparaciones, las cuales a veces podrían parecer ociosas”, dijo.
Por ejemplo, el inicio de las curvas epidémicas que fue diferente en todo el mundo y la geografía de los países.
“No es lo mismo países con gran extensión territorial como Estados Unidos y México que otros de Europa y hasta en ciudades la pandemia no es igual. A Nueva York llegó primero y ahora está en Texas y Arizona”, apuntó.
Además, dijo que hay otras variables, como el centralismo de China y el federalismo de Estados Unidos y dijo que tampoco es lo mismo contar con un sistema de seguridad universal como lo tienen algunos países de Europa y compararlo con un país como México que no la tiene.
Otro ejemplo fue el número de camas que tiene Corea y Japón, que es cinco o seis veces más grande que el de México. “Nuestro país tuvo que concretar una reconversión hospitalaria en semanas para enfrentar la pandemia”, subrayó.
Enfermedades crónicas
Para López-Gatell, responsable del Gobierno para combatir la pandemia, la crisis de la COVID-19 en México encontró un sistema de salud abandonado y una “epidemia de enfermedades crónicas”.
Son dolencias como la diabetes o la obesidad que se han gestado en la nación en los últimos 30 o 40 años debido al consumo de alimentos ultraprocesados o industrializados y se convierten en el “principal motor” de la COVID-19, agregó.