México depende mucho de sus trabajadores que viven en el extranjero y que envían efectivo a casa.
Casi 25.000 millones de dólares llegaron el año pasado de parte de los mexicanos que viven en el extranjero, casi todo desde EE.UU. Eso es incluso más que lo que México gana por sus exportaciones de petróleo.
El monto promedio de remesa en junio fue de 300 dólares, que cuando se multiplica por el número de trabajadores mexicanos en el extranjero suma miles de millones de dólares cada año. Donald Trump tiene su mirada puesta en esos miles de millones: este año, dijo que ese dinero pagaría por el muro que propone en la frontera de Estados Unidos y México, aunque no mencionó eso en su reunión con el presidente de México Enrique Peña Nieto el miércoles.
Esencialmente, los recursos naturales más lucrativos de México son las personas que salen del país. Las remesas son un salvavidas para el país y representan un recurso fundamental de su desarrollo económico.
Se espera que las remesas superen los 28.000 millones de dólares esta año. Todo ese dinero depende de una frontera que le permite a la gente cruzar. Trump amenaza ese flujo de dinero en dos maneras: ponerle un freno a las remesas y construir un muro. Ambos cerrarían el grifo del dinero.
Esa bien sería la razón detrás de la invitación del presidente mexicano al candidato republicano para su encuentro el miércoles.
Trump ha sugerido cambiar una regla de la Ley Patriota de EE.UU. para detener los traslados de dinero. Aunque no es claro si esa medida sería legal, incluso la amenaza de parar esos fondos es una causa de preocupación.
Esos fondos financian gran parte del gasto de consumo de los mexicanos, para rubros como el pago de de las viviendas hasta el pago de las escuelas. Las remesas además han estado creciendo más rápido que los salarios y la inflación. Por cierto, es un momento crítico en la economía de México, que ha mostrado señales de debilitamiento. La economía se contrajo por primera vez en tres años. Su moneda, el peso, está cerca de su menor nivel histórico, vale solo 5 centavos de dólar. Sin embargo, la depreciación del peso significa que cada dólar enviado a casa desde fuera vale un poco más.
México es el duodécimo mayor exportador de petróleo del mundo y un gran productor de automóviles. Recuadó 23.200 millones de dólares por exportaciones de petróleo el año pasado.
Pero la caída en los precios del petróleo y la reducción de ventas de autos en Estados Unidos —México exporta muchos vehículos a través de la frontera— ha ralentizado el crecimiento.
Frente a esa situación, las remesas del extranjero se han vuelto cada vez más vitales para México. Son incluso mayores que los ingresos de turismo e inversión extranjera.
Información: CNN