Redacción / Grupo Cantón
El perrito maratonista “Chicles”, ícono del deporte en Tijuana, murió presuntamente envenenado. Exigen justicia y una investigación formal.
Tijuana.- La comunidad deportiva y protectora de animales en Tijuana está de luto. Este 1 de octubre se confirmó el fallecimiento de “Chicles”, el perrito maratonista que se ganó el cariño de miles por su inagotable energía, constancia y amor por las competencias.
La noticia fue confirmada por su dueño y entrenador, el atleta Héctor “El Flecha” Hernández, quien compartió una emotiva transmisión en vivo desde una clínica veterinaria. Con lágrimas en los ojos, relató que el perrito habría sido víctima de un envenenamiento.
“Solo les informo que alguien muy malo, alguien con un corazón muy malo, envenenó a Chicles… El doctor trató de revivirlo, pero no pudo”, expresó Héctor mientras abrazaba el cuerpo de su fiel compañero.
Presunto envenenamiento y llamado a las autoridades
Según denunció su dueño, Chicles —de entre ocho y nueve años— fue envenenado deliberadamente. Este hecho ha generado una ola de indignación en redes sociales y en colectivos animalistas, quienes han pedido una investigación formal y recordaron que el envenenamiento de animales es un delito tipificado por la ley.
“Su muerte está muy rara y el que te hizo algo, el karma se va a encargar de eso…”, escribió Héctor en una publicación posterior.
Hernández anunció que seguirá el protocolo de la Fiscalía para esclarecer la causa exacta del deceso y que se realizará una necropsia. “No hay que adivinar”, dijo, y señaló que en un plazo de dos a cuatro días se determinará si se le dará sepultura o cremación.
Un ícono de la comunidad runner
Chicles no era un perro cualquiera. Fue rescatado de la calle por “El Flecha”, quien no solo le dio un hogar, sino que lo integró a su vida deportiva. Con el tiempo, Chicles se convirtió en un habitual de los entrenamientos y competencias de running, e incluso portaba número de participante.
Con su espíritu incansable, inspiró a atletas y espectadores por igual. Su figura se volvió símbolo de alegría, esfuerzo y amor por el deporte, valores que ahora quedarán en el recuerdo de quienes compartieron kilómetros con él.
El caso de Chicles es otro triste recordatorio de los riesgos que enfrentan los animales, incluso los más queridos. Hoy, tanto el deporte como la causa animalista pierden a uno de sus más nobles representantes.
