TEXAS.- El milagro para Rubén Ramírez Cárdenas no llegó; el irapuatense que fue acusado por haber violado y asesinado en 1997 a su prima Mayra Azucena Laguna será ejecutado hoy en Texas, donde le será aplicada la inyección letal.
#Video Prisión en Huntsville, Texas en donde ejecutarán al connacional Rubén Ramírez Cárdenas pic.twitter.com/WHzABM9kIe
— El Universal (@El_Universal_Mx) 8 de noviembre de 2017
Según informó Notimex, Raymond M. Estrada, director de información pública de la Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas, los seis integrantes de esta junta votaron por unanimidad el no recomendar al gobernador texano, Greg Abbot, posponer la ejecución, así como tampoco conmutar la sentencia en contra de Ramírez Cárdenas
Con esta decisión, Texas hizo caso omiso a las dos peticiones que el gobierno mexicano hizo a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que la ejecución de Rubén Ramírez Cárdenas fuera suspendida por haberle violado sus derechos de no haber contado con representación consular durante el proceso acusatorio y el juicio.
Echó también por tierra la petición que hiciera el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, al propio gobernador de Texas de evitar la ejecución de “un hombre potencialmente inocente”.
Rosy Laguna, prima de Mayra Azucena Laguna, contó en entrevista telefónica a El Sol de Irapuato que los últimos días de la familia han sido aciagos, “pues ha sido recordar ese episodio de tristeza y hasta de terror cuando mi prima murió”.
“Hace 20 años que nadie de la familia duerme bien, hace 20 años que la familia espera justicia y también espera que Rubén responda por qué hizo eso, por qué contra su prima, por qué tanta saña.
“Esperábamos que ya se cerrara esto: si lo iban a perdonar, que lo perdonaran y ya se acabara todo; si lo iban a ejecutar, que lo hicieran, pues por 19 años esperamos la fecha y cada que había una ejecución salía el caso de Rubén y Mayra y los recuerdos se avivaban y no dejaban en paz a la familia”, dijo Rosy Laguna.
Así, hoy, a las 18:00 horas, tiempo de Texas, Rubén Ramírez dejaría su celda en la Unidad Allan B. Polunsky, en Livingston, Texas, para ser llevado a la llamada “cámara de la muerte” en la Unidad Walls, en Huntsville, Texas.
A través de sus cartas
Algunos de los pasatiempos de Rubén Ramírez, mientras estuvo preso en la Unidad Allan B. Polunsky, de Texas, eran dibujar, escuchar el programa de radio “The Prison Show”, donde los presos podían contactarse con personas del exterior, y escribirse cartas con gente que conoció a través de correspondencia.
En 2004, Rubén empezó una amistad por correo con la periodista irapuatense Maricela Luna. A través de cartas escritas por puño y letra de él y algunas más en máquina de escribir, Rubén pudo abrirse un tanto y contar cómo era para él estar preso en el llamado “Pabellón de la muerte”, la Unidad Allan B. Polunsky.
“Sí, soy de Jaripitío (Aldama, comunidad de Irapuato) y sí, casi toda la familia de parte de mi mamá todavía viven ahí. Mis abuelos, mis dos tías, primos, pero desde que ocurrió esto y se me acusa de este crimen, ya no se hablan y se distanciaron de nosotros. Con los que todavía tenemos contacto es con mis primos por el lado de mi papá, que viven en La Piedad, Michoacán”, contaba en 2004 un Rubén, quien a pesar de estar en espera de la fecha para su ejecución, aún se mostraba positivo.
“A mí en este momento se me está negando la oportunidad de seguir adelante con mi apelación y que no fue afectada por (sic) por no darme la oportunidad de hablar con el consulado, pero mi abogado todavía puede apelar esa decisión de la Corte. Ojalá suceda algo bueno muy pronto”, escribía el 19 de mayo de 2004, cuando contaba con 34 años de edad y quien en esa ocasión a parte de firmar con su nombre, en su carta escribió “Rubén Cárdenas #999275”, su número de prisionero.
En otra de sus cartas, Rubén confesó, a través de un dibujo su apodo: “Mi apodo es el de la foto de frente a la tarjeta”, decía la instrucción en forma de mensaje para que quien lo leyera supiera cómo le decían a Rubén: Scooby Doo, el cual fue coloreado por el propio irapuatense.
Para Rubén, recibir una carta lo alegraba en demasía. “Hoy recibí tu carta y me sorprendió porque no esperaba otra carta en tan poco tiempo”.
En la prisión Allan B. Polunsky, Rubén no estaba tan desconectado de lo que pasaba en el mundo exterior.
“A mí me gusta leer más el periódico y revistas que tengan información de lo que está pasando en el mundo, claro cuando tengo la oportunidad. Si alguien de aquí me lo manda, me da mucha tristeza y sentimiento (ganas de llorar) (sic) cuando hay notas sobre personas que mueren intentando cruzar para este lado ‘E.U.’ es algo muy doloroso, eso es lo que la desesperación nos empuja a hacer, que estamos dispuestos a morir tratando de hacer una mejor vida”.
Pero conforme pasaba el tiempo, a Rubén se le iba acabando el optimismo e incluso comenzó a enfermar. Para el 29 de abril de 2005 escribió lo siguiente:
“Déjame platicarte de las cosas que están pasando por acá, que no e miran muy bien. Ya la Corte 5th Circuit Cout me negó el certificado que necesito, so (sic) no sé que va a pasar ahora, sin el certificado no pudo hacer nada y eso fue después de de lo que dijo el presidente de U.S. (sic) que se reviaran todos los casos, lo único que sé es que mi abogado mandó otra apelación con la Corte del Estado de Tejas (sic), haber (sic) qué pasa.
Pide CIDH detener ejecución
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó al gobierno de Estados Unidos a suspender la ejecución de Rubén Ramírez Cárdenas.
La CIDH llamó tanto al gobierno federal como al de Texas “a respetar plenamente sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos” y hacer efectiva la medida cautelar que otorgó al mexicano el mes pasado.
Recordó que Estados Unidos está sujeto a las obligaciones internacionales derivadas de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde su incorporación en 1951 al máximo foro hemisferio.
“La CIDH urge asimismo a Estados Unidos a otorgarle una reparación efectiva que incluya la revisión de su juicio conforme a las garantías del debido proceso y de un juicio justo previstas en la Declaración Americana”, indicó el ente en un comunicado.
La defensa de Ramírez Cárdenas ha argumentado que se le violaron sus derechos como extranjero al haber sido detenido sin que se notificara de ello a las autoridades de su país, privándolo de una ayuda legal crítica que pudo haber cambiado el tipo de sentencia que recibió.
Sus abogados también han interpuesto recursos ante cortes federales en un intento de suspender la ejecución, para buscar cambiar la forma en que se obtuvo la confesión de Cárdenas, y tratar de realizar más y modernos análisis de ADN.
La defensa de Ramírez Cárdenas aún mantiene dos apelaciones y de ser rechazadas se recurriría a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos.