Puebla.- Una de las profesiones que más requiere sacrificio, presión y mucha pasión es sin duda el ser médico, se entra en una rutina diaria que hace que se desconecten del mundo y se entreguen en su totalidad a la enseñanza, pero lidiar con maltrato y bullying es algo extra, imposible de soportar, justo lo que le paso a Zyanya.
El médico pediatra internista del Hospital del Niño Poblano, de acuerdo a manifestaciones hechas por ella, sufría de acoso por parte de sus superiores, lo que la hizo sentir que no podía más, su ánimo se desgasto a tal grado de sentir enojo con la vida, se consideraba un fracaso incluso en el ámbito médico, una mujer que de acuerdo a señalamientos hechos por compañeros tenía todo para ser una excelente pediatra.
Pero todo cambió aquel 16 de mayo, de acuerdo a lo publicado por Periódico Central, Zyanya manifestó en una carta su descontento con la vida, consideraba no ser una buena persona, con sus padres, amigos y externó el pánico que sentía al estar frente a sus pacientes, dijo escrito fue encontrado por una compañera en su departamento.
Mamá y papá: Perdónenme!!
“Quiero que entiendan que ustedes no tuvieron la culpa de nada, al contrario… Les agradezco por apoyarme y aguantarme tanto. Ustedes eran mi único motivo para seguir adelante pero hoy ya no tengo las fuerzas para seguir, ya no sé estar aquí, estoy cansada de vivir y fingir que estoy bien, lamento no haber sido lo que ustedes merecían.
Nunca fui buena hija, ni buena hermana, ni buena amiga y mucho menos buena en el hospital. Ahí ni yo misma confiaba en mí y ni se imaginan el pánico que sentía al estar frente a un paciente. Soy un fracaso. Y ya no le encuentro ningún sentido a mi vida, simplemente siento que la vida no es para mí y me da miedo seguir.
Sólo espero que algún día me perdonen y que sigan adelante. Los amo con todo mi corazón”, finaliza la carta
Esa mañana la joven no llegó al hospital lo que alertó a su compañeros, decidieron ir al departamento que rentaba junto a una amiga, ingresaron, no estaba en su habitación y el baño estaba cerrado, pero forcejearon hasta abrir la puerta y encontrarse con la terrible escena, Zyanya se encontraba suspendida, todo indicaba que se había quitado la vida sin que nadie pudiera evitarlo, de acuerdo a la escena trató de cortarse también las venas.
Este fue un caso que no muchos conocieron el interior del hospital mencionado, de acuerdo a las fuentes contactadas por Periódico Central, dentro del nosocomio el ambiente es muy tenso para los médicos residentes de nuevo ingreso, los más antiguos se “aprovechan” de ellos y señalaron que sufren de acoso sistemático, algo que al parecer es muy común, tratan a los recién llegado con la punta del pie.
Te gritan que sin ellos mataríamos niños, que qué vamos a hacer cuando no estén ellos. Son jornadas largas de trabajo, te castigan cuando quieren y puedes estar hasta 36 horas diarias. Algo así le pasó a Zyanya, mencionó un compañero al interior del hospital
No hay declaraciones hechas por el personal médico y al parecer los familiares no atentaron contra ellos, se sabe que solo hubo una reunión interna el el hospital, se conformó el hecho y las actividades continuaron su marcha.
FUENTE/ DEBATE


