CIUDAD DE MÉXICO.- Un hombre que se preparaba para mudarse a una nueva casa en San Luis, Estados Unidos, se encontró con una desgarradora sorpresa en su sótano. Allí, el flamante propietario vio a un perro de raza pitbull atado con una cadena, sin comida ni bebida.
Afortunadamente, el nuevo inquilino llegó a tiempo para rescatar al pitbull, con ayuda del servicio de rescate de animales local. Y la reacción del perro fue emocionante.
Esa actitud tan activa le dio al perro el apodo Jumping Bean (“Frijol saltador”). Ahora el can lleva una vida mucho mejor y agradable, mientras que su carácter ―pese a la traumática experiencia― es alegre y agradable. Ama a todos los que conoce y es muy afectuoso, asegura Thomson.
FUENTE: RT/SIN EMBARGO