Javier A. Cervantes / Grupo Cantón
El 19 de noviembre, una serie de explosiones devastaron una planta de gas LP en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México
Ciudad de México, — La explosión de una pipa de gas LP ocurrida la tarde del 10 de septiembre debajo del Puente de la Concordia, en los límites de Iztapalapa (CDMX) y Chalco (Edomex), ha dejado al menos 4 muertos y más de 90 personas heridas, varias de ellas con quemaduras de gravedad.
El siniestro también calcinó decenas de vehículos y provocó un fuerte incendio que pudo verse desde kilómetros a la redonda.
La pipa, que transportaba hasta 49,500 litros de gas LP, habría volcado por exceso de velocidad, según las primeras líneas de investigación.
El impacto provocó una fuga masiva de gas que, al entrar en contacto con una fuente de ignición, desató una violenta explosión.
Los servicios de emergencia evacuaron la zona y trasladaron a decenas de personas a hospitales cercanos. Autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México activaron protocolos de emergencia, mientras la Fiscalía capitalina y la ASEA (Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente) iniciaron investigaciones sobre la empresa transportista, señalada por operar sin seguro vigente.
Una tragedia que recuerda a San Juanico
Este trágico evento ha hecho eco inmediato en la memoria colectiva nacional, al evocar el desastre industrial ocurrido en San Juan Ixhuatepec en 1984 mejor conocido como San Juanico, considerado el accidente más grave por gas LP en la historia de México.
Aquel 19 de noviembre, una serie de explosiones devastaron una planta de PEMEX en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México, matando a entre 500 y 600 personas, hiriendo a más de 7,000 y destruyendo un amplio sector habitacional.
La acumulación de gas por una fuga no detectada generó una nube inflamable que se encendió y causó múltiples explosiones, incluyendo al menos tres del tipo BLEVE, una de las más destructivas en incidentes con materiales peligrosos.
Ambos casos aunque de diferente magnitud exponen la fragilidad de los protocolos de seguridad, el riesgo del transporte de gas LP en zonas urbanas densas, y las fallas regulatorias que siguen latentes cuatro décadas después.
La jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, afirmó que habrá sanciones ejemplares si se confirma que la empresa responsable operaba sin cumplir con las normas.
“Lo ocurrido no puede repetirse. No vamos a permitir que estas tragedias se vuelvan parte de la rutina de esta ciudad”, dijo.
En tanto, familiares de los heridos han exigido apoyo médico, transparencia en la investigación y una revisión estructural al sistema de transporte y distribución de gas LP en la Zona Metropolitana del Valle de México.