TABASCO.- El ex gobernador de Tabasco ya ha sufrido varios micro-infartos cerebrales, derivados en parte por su sufrimiento al estar confinado en un cuarto, revela su cardiólogo Juan Carlos Peláez.
El ex Gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, no sólo padece de una hipertensión que le puede desatar un infarto al corazón, sino de un deterioro neurológico por el que sufre de desequilibrio físico, mareos y dolores de cabeza, con riesgo de embolia, reveló su cardiólogo Juan Carlos Peláez.
Se trata de una recaída que sufre el ‘Químico’ Granier desde enero del 2016 y que tras haber sido sometido a exámenes, según el especialista, se comprobó que ya ha sufrido varios micro-infartos cerebrales.
En la primera entrevista que concede a un medio de comunicación para hablar sobre su atención médica a Andrés Granier desde junio del 2013, Juan Carlos Peláez relata a Grupo Cantón cada uno de los episodios que le ha tocado afrontar para mantener con vida al ex mandatario tabasqueño.
El cardiólogo sostiene que el tabasqueño padece de un franco deterioro derivado en parte por su sufrimiento al estar confinado en un cuarto.
Destaca que, al ser una persona con un repentino cambio de estatus político, tiene un estado emocional que repercute en su sistema cardiovascular, “porque él sufre de un estrés que le dispara la presión arterial, y al mismo tiempo es un círculo vicioso, que le genera también dolores de cabeza y ansiedad”.
“Por eso, cuando visito al Químico, me quedo dos o tres horas, porque él sufre. Lo visito en promedio dos o tres veces por semana. Lo fui a ver el jueves de la semana antepasada, porque recién presentó una crisis”, comenta Peláez desde su consultorio, ubicado en el Hospital Los Ángeles.
“La última crisis que sufrió fue hace aproximadamente 35 días, cuando todo un fin de semana sufrió falta de aire y la presión se le disparó, con una medición 180 y 110, y tuvo dolor de pecho, además de haber estado estresado de todo lo que sentía.
“Fue un evento, en el que la situación se puso delicada, al grado que los médicos estuvieron siempre con él; se le suministró oxígeno y se le observó con un monitor”, relata.
Y remarca: “No sólo es el problema cardiaco, no sólo es el problema de hipertensión, sino que ya demostramos que hubo problemas neurológicos”, remarca el cardiólogo.
“Tuvimos que pedir estudios que no se pueden realizar ahí en el Hospital de Tepepan, por lo que lo trajimos para acá (al Hospital Los Ángeles)”, ventila Paláez, quien atiende a Granier desde junio del 2013, cuando lo revisó ante la hipertensión que adolecía desde su llegada de Miami.
¿Cuantas veces entonces ha salido Granier del Hospital de Tepepan para ser sometido a exámenes?- se le preguntó.
“Una vez, para hacérsele una resonancia magnética, en enero del 2016, y eso fue porque se nos presentó el problema de que Andrés empezó a sentir mareos, dolores de cabeza, desequilibrio o inestabilidad física; era algo nuevo. Todo esto es producto de la enfermedad de base, que consideramos que empezó a finales del 2015”, precisa.
“Entonces, lo que encontramos es que a final de cuentas, Andrés Granier ha tenido en algunos momentos múltiples micro infartos cerebrales.
“Le empezamos a dar tratamiento en relación a eso, pues el mismo Hospital de Tepepan tiene un servicio de Psiquiatría que nos ha ayudado a darle tratamiento y seguimiento, porque sí es una situación muy estresante”, revela.
“Hemos también registrado eventos de depresión y estrés, que son padecimientos que me dificultan manejarle la presión arterial”, advierte.
El problema, explica, es que a Granier primero se le detectó, en junio del 2013, hipertensión que le afectó el corazón, y ahora es otro padecimiento en otro órgano vital, que es el cerebro.
“Son dos cosas que le ponen en peligro su vida, pero su cerebro resultó dañado por la misma hipertensión; es como un círculo vicioso. Por lo tanto, él está en riesgo de una embolia o un infarto”, sostiene.
Peláez confirma además que Granier tiene otra complicación de su salud, que es una hernia, “la cual se le tendrá que operar en algún momento, y no se le ha operado, porque es someterlo a un riesgo”.
UNA SALUD MERMADA
- 11 de junio del 2013
Arriba a la CDMX, procedente de Miami, con el fin de afrontar las acusaciones paneles en su contra. - 14 de junio del 2013
Luego de 30 horas de comparecer en la SEIDO, sufre dolencia del corazón y es trasladado al Hospital. - 25 de junio del 2013
Es aprehendido por la Policía Federal y confinado Reclusorio Oriente de la Ciudad de México. - 12 de julio del 2013
Es trasladado del Reclusorio Oriente a la Torre Médica del Cetro Femenil de Tepepan. - 30 de junio del 2016
Su defensa apela para que le conceda como medida cautelar, continuar su proceso en su domicilio. - 7 de noviembre del 2016
Luengo solicita un de amparo para reclamar la prisión domiciliaria, ante el deterioro de su salud. - 4 y 5 de febrero del 2017
Granier sufre una nueva crisis de estrés, presión alta y dolor de pecho. - 8 de febrero del 2017
FGE constata en una diligencia en Tepepan que el estado salud de Granier “no era el mejor”.
Sus padecimientos
- Estres y Ansiedad
- Padecimiento emocional o psiquiátrico que dificulta el manejo de la presión arterial y cardiopatía isquémica.
- Presión alta
- Hace 35 días, en su última crisis, alcanzó 180/110.
- Consecuencias: Daños al corazón (infarto, insuficiencia cardiaca), cerebro, riñones, vasos sanguíneos y ojos particularmente.
- Deterioro neurológico por enfermedad vascular cerebral
- Obstrucción de un vaso, al disminuir el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
- Consecuencia: lesión al corazón, pequeños infartos, debilidad o torpeza en un lado del cuerpo, vértigo o desequilibrio, dificultad en la visión por uno o ambos ojos, cefalea severa.
- Hernia inguinal
- Protuberancia en la ingle producida cuando la pared abdominal se rompe en algún punto.
- Consecuencia: Hinchazón del abdomen y dolores intensos en los testículos, al toser o estornudar.
Entre pasillos de asesinos y secuestradores
De su ejercicio matutino que realizaba en la residencia Quinta Grijalva, Andrés Granier pasó desde hace casi cuatro años a caminar apenas en el interior de su cuarto del Hospital de Tepepan, pues por seguridad evita convivir con compañeros de piso acusados por delitos de alto impacto.
“Él (Granier) está confinado, pero entre los que comparten piso con él, que son 20, hay narcotraficantes, secuestradores y asaltantes, como es el caso de uno conocido que por haber sido alcanzado por un policía que le disparó, quedó parapléjico”, detalla su cardiólogo, Juan Carlos Peláez.
“Él (Granier) está regularmente encerrado en su cuarto”, afirma.
La opción de permanecer en la habitación significa para Granier, según palabras de Peláez, un menor espacio en su confinamiento y no necesariamente, mayor seguridad.
El pasado 9 de febrero, Grupo Cantón publicó – a partir de solicitudes de información- que las autoridades del penal no otorgan privilegio alguno a Granier.
Se informó que Granier cotidianamente porta su uniforme, y consume los alimentos preparados en esa penitenciaría para toda la población de internos; no cuenta vigilantes adicionales ni con “equipos o muebles alternos” a los que ofrece ese hospital.
El cardiólogo Juan Carlos Peláez detalla que el cuarto de Granier, además de baño y cama, cuenta con un librero, por lo que en sus polígonos “apenas se puede caminar”.
“Andrés Granier está en un pabellón que tiene su baño y sólo con una ventana traslucida. Él está aislado de los demás con paredes, pero con una puerta que no tiene cerradura, por lo que cualquiera de ahí la puede abrir.
Peláez refiere que en lo que más destina Granier su tiempo, es en leer y su acervo es de entre 10 y 15 libros, “porque ahí no hay lugar para hacer ejercicio. Él está regularmente encerrado en su cuarto. Él no tiene ni refrigerador ni televisión”.
-¿Pero él (Andrés Granier) comparte un área común?- se le cuestiona al médico.
– Sí sale al pasillo, sí. Pero, él por lo regular se queda encerrado. En ocasiones, cuando he ido a verlo, me tienen que acompañar los custodios hasta la puerta, debido a los personajes que están en ese piso.
Reconoce que la reglamentación del Hospital de Tepepan permite a familiares de los internos surtir medicinas, con el fin de garantizar un tratamiento básico, en caso de que alguna por carencia, no pudiera suministrársele.
A pregunta expresa sobre cuál es la razón del tratamiento por parte de un maxilofacial a Granier, a raíz de que la Dirección del Penal reportó que entre el 2013 y 2015 lo visitó un especialista de este tipo en cuatro ocasiones, Peláez señala que la intervención obedeció a la atención dental que requiere el ex mandatario tabasqueño. (Carlos Marí / GRUPO CANTÓN)