De la Redacción
GRUPO CANTÓN
CDMX.- Estamos a las puertas de una revolución digital provocada por el avance de la inteligencia artificial (IA), lo que podría revitalizar la productividad, estimular el crecimiento y elevar los ingresos en todo el mundo, pero que también podría reemplazar empleos y profundizar la desigualdad.
En un nuevo análisis se examina el posible impacto en el mercado laboral… muchos estudios advierten la probabilidad de que re- emplace empleos, pero en bastantes casos la IA tenderá a complementar el trabajo de los humanos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió en su reporte Perspectiva de Empleo, publicado en julio de 2023, que muchos de los empleos que requirieron años de desarrollo y capacitación podrían ser los más afectados.
“Las ocupaciones en finanzas, medicina y actividades legales, que a menudo requieren muchos años de educación y cuyas funciones principales se basan en la experiencia acumulada para tomar decisiones, pueden verse repentinamente en riesgo de ser automatizadas.”
Según los cálculos de la OCDE, el 27 por ciento de la fuerza laboral está en alto riesgo de ser automatizada por la irrupción de la IA; sin embargo, aclaró en su informe que el cambio sería paulatino; en lo inmediato, la inteligencia artificial transformará los empleos en lugar de reemplazarlos.
Desigualdades
Por otra parte, un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta que casi 40 por ciento del empleo mundial está expuesto a la IA, porcentaje que ronda el 60 en economías avanzadas, y que en los mercados emergen- tes se repiten las cuatro decenas y en los de bajos ingresos 26 por ciento.
Al mismo tiempo, muchos países no tienen la infraestructura ni la fuerza laboral calificada para explotar las ventajas de la IA, lo que crea el riesgo de que, con el tiempo, la tecnología profundice la desigualdad entre las naciones.
El efecto es difícil de pronosticar porque las repercusiones de la IA en las economías serán complejas…se tendrá que idear un conjunto de políticas que permitan explotar de forma segura el vasto potencial de la nueva herramienta en beneficio de la humanidad.
“El tren de la inteligencia artificial está en marcha y no va a parar”, de acuerdo con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, quien considera que la IA presenta grandes riesgos para la seguridad laboral.
Sin embargo, también lleva oportunidades a las profesiones híbridas; es decir, en las que se combinan conocimientos con habilidades blandas. Empero, “en conjunto casi 40 por ciento del empleo mundial está expuesto ante la IA”.
Otro de los riesgos que representa la incorporación de esa aplicación es la exacerbación de la brecha digital y la disparidad de ingresos entre naciones, así como el rezago de los trabajadores de mayor edad, quienes serán más vulnerables a los cambios tecnológicos.
No deshumanizar
Todos los empleos tienen futuro en la medida en que las profesiones, como la academia, logren adaptarse a las nuevas tecnologías: cualidades como el liderazgo, trabajar en equipo, la comunicación o conocimiento en humanidades son habilidades para construir profesiones híbridas.
Los expertos en el tema resaltan que los títulos universitarios seguirán siendo im- portantes, pero cada vez se priorizará el reentrenamiento y aprendizaje constante. Las humanidades no van a desaparecer porque se orientan al entendimiento de la forma de comunicar y la socialización, en momentos en que no se deben deshumanizar los recursos digitales.
La IA también podría incidir en el ingreso y la desigualdad. Es posible que se vea una polarización en las categorías de ingreso, y que los trabajadores que la aprovechen logren aumentos de productividad y salarios, mientras que los que no lo hagan quedarían rezagados.
Los estudios muestran que la herramienta puede ayudar a los trabajadores menos experimentados a mejorar su productividad más rápidamente. A los jóvenes quizá les sea más fácil explotar oportunidades, mientras que, a los de mayor edad, les resultará difícil adaptarse.
