Juan R. Hernández / Grupo Cantón
Claudia Sheinbaum asegura que la agenda fue opacada por la violencia legislativa del PRI y revivió una anécdota personal en la UNAM.
Ciudad de México.- La mañana en Palacio Nacional tenía reservado un guion distinto: inversiones, polos de bienestar y campañas de consumo nacional. Sin embargo, el “porrismo” de Alejandro Moreno, dirigente del PRI y senador plurinominal, se robó el reflector. Los reporteros aguardaban turno para preguntar, pero todos tenían en mente lo mismo: la violencia en la Casona de Xicoténcatl.
Claudia Sheinbaum no esquivó el golpe político. Apenas llegó la pregunta, recordó un episodio personal: la golpiza que sufrió su hermano en la UNAM a manos de porros de la Facultad de Derecho. “Cuando vi ayer al presidente del PRI en esa actitud y a otro diputado golpeando en el piso a un trabajador, me vino a la memoria aquella escena”, confesó y sentenció sin rodeos: “los porros de antes y los porros de ahora”.
En el Salón Tesorería, las cámaras se enfocaban en cada gesto presidencial. Para Sheinbaum, la agresión de Moreno y su bancada mostró el verdadero rostro del priismo: autoritarismo e hipocresía. “¿No les parece muy autoritaria la actitud del presidente del PRI y de sus diputados Ahora son el PRIAN. Y lo que pasó ayer muestra lo que son”, lanzó.
El resto de la conferencia quedó en segundo plano. Marcelo Ebrard detalló que el Polo de Bienestar en Tlaxcala generará seis mil empleos para 2026; Lorena Cuéllar presumió cartas de intención de empresas y Concanaco presentó el programa “Viernes muy mexicano”. Incluso el anuncio del decreto que suspende la importación de calzado terminado pareció deslucido frente a la sombra del zafarrancho legislativo.
Cada vez que un reportero alzaba la mano, el tema de la violencia volvía a imponerse. La presidenta reiteró que el video es claro sobre quién inició la agresión: “un compañero empujado y pateado en el suelo, a la vista de otro diputado del PRI”. La sala quedó en silencio unos segundos.
La mañanera concluyó con Sheinbaum adelantando que no habrá conferencia el 1 de septiembre por su primer informe de gobierno. Pero lo que todos se llevaron fue la imagen de un PRI que, en palabras presidenciales, se exhibió “igual que los porros de ayer”.
