CIUDAD DE MÉXICO.- El cirujano y profesor emérito Rafael Riveros señaló a Efe que ni los investigadores liderados por J. Calvin Coffey, del hospital universitario de Limerick (Irlanda), ni la prestigiosa revista The Lancet rastrearon la literatura médica relativa al mesenterio en idiomas diferentes al inglés antes de anunciar su tesis.
Si lo hubieran hecho, se hubieran encontrado con “El peritoneo: descripción de un nuevo síndrome, falla peritoneal”, editado por la Universidad del Rosario, la más antigua de Colombia, en 2014 y firmado por Riveros y los también cirujanos Carlos Sefair y Andrés Isaza.
Ese libro, que reúne los resultados de muchos años de investigaciones sobre la falla peritoneal, algo nunca antes descrito, arroja luz sobre el mesenterio, pero no como un órgano independiente sino como una parte del peritoneo.
Para Riveros, según dijo por teléfono desde Bogotá, el órgano es el peritoneo, no el mesenterio, que es solo un segmento y está localizado en la parte dorsal posterior profunda del primero.
Esta idea contradice la teoría de Coffey, que defiende que el mesenterio es un órgano independiente y en su investigación hace un recuento de sus funciones.
El peritoneo es una membrana muy delgada y sólida, formada por dos capas que pueden desplazarse una sobre la otra: la capa denominada parietal recubre toda la pared interna de la cavidad abdominal, mientras que la llamada visceral recubre la superficie externa del hígado, el páncreas, el bazo, el estómago, el intestino delgado y el colon, entre otros órganos.
La función principal del peritoneo es la protección de los órganos contra la infección y permitir que se deslicen por la cavidad abdominal.
El anuncio sobre el mesenterio, publicado en The Lancet en noviembre pasado, saltó la semana pasada a los medios de información general, los cuales resaltaron el hecho de que todavía haya descubrimientos en el ámbito de la anatomía.
Riveros inmediatamente envió por internet el libro sobre la falla peritoneal a Coffey y a The Lancet, junto a una serie de observaciones, con el fin de que tengan en cuenta lo descubierto por su equipo, compuesto por 18 personas con él incluido.
Coffey le respondió enseguida y le prometió mandar a traducir al inglés el libro, pero Riveros aún no ha tenido noticias de The Lancet, aunque él confía en que publicarán sus observaciones.
El cirujano colombiano, quien fue rector de la Universidad del Rosario y director del hospital Mederi de la capital colombiana, opina que la investigación de Coffey es “valiosa”, pero precisa que solo describe una parte del peritoneo, la única que es fija, dice.
Aunque Coffey y sus compañeros no hayan tenido en cuenta las investigaciones realizadas en Colombia se alegra de que haya salido el estudio irlandés y que haya tenido visibilidad, porque eso impulsa una discusión científica sobre si el mesenterio es parte del peritoneo, como él y su equipo defienden, o no.
Del estudio de Coffey aprecia también Riveros el recuento de los estudios anatómicos de Leonardo da Vinci, quien hizo la primera descripción del mesenterio que se conoce.
El renacentista Leonardo no llegó a decir cuál era la función del mesenterio, pero Riveros señala que es muy importante en la lucha contra las bacterias.
“La descripción anatómica del mesenterio que se estableció hace unos 100 años era incorrecta. Este órgano está lejos de ser fragmentario; es una estructura simple, continua y única”, señaló J. Calvin Coffey, en el artículo publicado en The Lancet que también lleva la firma de Peter O’Leary.
“En el estudio, que ha sido revisado y aprobado por colegas, decimos que ahora tenemos un órgano en el cuerpo que hasta la fecha no se había reconocido”, señaló el médico cirujano.
Riveros reitera que el órgano que hay que agregar a la lista de 78 reconocidos como tales en el cuerpo humano es el peritoneo, con todas sus partes, y no el mesenterio. (Fuente: Montevideo portal)