CIUDAD DE MÉXICO
Por primera vez, la puerta de la estación del Metro Candelaria que conecta con la Cámara de Diputados fue usada ayer como túnel de emergencia para que legisladores, empleados, visitantes e incluso la secretaria de Economía, Graciela Márquez, evadieran a manifestantes y, pagando su boleto de cinco pesos, lograran entrar al Palacio Legislativo.
Las puertas de San Lázaro fueron bloqueadas desde las 8:40 horas por 70 jubilados de Banrural y 250 exbraceros. Sin embargo, la puerta 4 de la Cámara que da al Metro Candelaria sirvió de pasaje para garantizar el acceso, gracias a la nueva infraestructura que levantaron los diputados afuera del recinto, tal como adelantó Excélsior el pasado 24 de septiembre.
“A muchos diputados nos tocó entrar por el Metro, por la avenida Congreso de la Unión, pagamos nuestro boletito, entramos por una puerta y salimos por otra directo a la Cámara”, contó la diputada morenista Geraldine Ponce.
Su compañero de bancada, Miguel Chico Herrera, reconoció que les tomó por sorpresa el bloqueo, pero le pareció una experiencia “bonita” entrar por el Metro.
“Bonita experiencia, no había entrado por aquí… Pensamos que ya hoy no iba a haber (bloqueos), pero fíjate que tenemos a esta gente de jubilados de Banrural, pero espero que con el diálogo se arregle todo”, dijo.
Un poco agitada por subir las escaleras del Metro, la panista Pilar Ortega reconoció que su deber es escuchar las demandas de los manifestantes, que en las últimas semanas se incrementaron por la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020; sin embargo, dijo, a la bancada mayoritaria de Morena le toca ceder para atender sus peticiones.
“Esto no lo habíamos visto, creo que es la primera vez que vemos una reiteración de cierre de Cámaras, no de un grupo, sino de muchos”, señaló.
Los bloqueos en la Cámara son frecuentes. El pasado martes cerraron los accesos un grupo pequeño del Movimiento Nacional de Químicos; en semanas pasadas fueron sindicalizados, campesinos y maestros.
Sin embargo, hace falta la firma de un acuerdo entre la Cámara y el Metro para que puedan cerrar la puerta de acero, de tres metros de alto y 11 de largo, en determinados momentos.
Laura Rojas, presidenta de la Cámara, negó el pasado 25 de septiembre que se tramitara la obra a fin de ocuparla como túnel de emergencia; aseguró que es para evitar acoso y asaltos a empleadas de la Cámara.
