CIUDAD DE MÉXICO.
La Comisión Federal para la protección contra riesgos sanitarios (Cofepris) exhortó a la población a evitar la compra y el consumo de medicamentos que contengan Ranitidina y consultar a los profesionales de la salud para usar otra opción terapéutica.
También, se exhortó a las personas que consumen Ranitidina de venta libre – que se usa para prevenir y aliviar la acidez estomacal asociada con la indigestión ácida- que considere el uso de otros productos de venta libre aprobados para su condición.
A los médicos se solicitó no prescribir medicamentos que contengan esta sustancia activa y considerar otras alternativas terapéuticas; además, reportar cualquier reacción adversa relacionada con este tipo de medicamentos en farmacovigilancia@cofepris.gob.mx
En el caso de las farmacias y distribuidores, la Cofepris solicitó suspender la comercialización de los medicamentos que en su formulación contengan Ranitidina, en tanto se toman las medidas que garanticen la seguridad del producto.
A los titulares de los registros sanitarios de los medicamentos que contienen en su formulación dicha sustancia activa, se les pidió, suspender la fabricación, distribución y venta de estos productos, en tanto se toman las medidas que garanticen la seguridad del producto.
Finalmente, la Cofepris señaló que se encuentra en comunicación con los titulares de los registros sanitarios de los medicamentos en México, que en su formulación contienen Ranitidina, para establecer las medidas conducentes que garanticen la seguridad del producto.
Para mayor información sobre medicamentos y otros insumos para la salud, se puede consultar la página Web de la COFEPRIS https://www.gob.mx/cofepris. Asimismo, se pone a disposición el teléfono 800 033 50 50 para cualquier consulta.
De acuerdo al Diccionario Médico PLM, la ranitidina tiene las siguientes indicaciones terapéuticas:
La ranitidina es un antagonista H2 que puede administrarse por vía oral o parenteral, ya sea intravenosa o intramuscular en el tratamiento de:
- Tratamiento de la úlcera gástrica y duodenal benignas, incluyendo las asociadas al uso de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
- Prevención de úlceras duodenales asociadas al consumo de AINEs, especialmente en pacientes con antecedentes de enfermedad péptica ulcerosa.
- Úlcera duodenal asociada con infección por Helicobacter pylori.
- Úlceras postoperatorias.
- Esofagitis por reflujo.
- Como tratamiento sintomático en la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
- Síndrome de Zollinger-Ellison.
- Dispepsia episódica crónica, con dolor retroesternal o epigástrico, relacionado con los alimentos o molestias al dormir, pero no asociadas con alguna de las condiciones antes mencionadas.
- Profilaxis de úlceras de estrés en pacientes graves.
- Profilaxis de hemorragia recurrente por úlcera péptica.
- Profilaxis del síndrome de Mendelson (aspiración de ácido)”.