Foto: Proceso
El fotógrafo Luis Antonio García Amézquita fue denunciado penalmente por divulgar en las redes sociales imágenes y videos íntimos de mujeres sin su consentimiento.
Se trata de una nueva forma de violencia de género y pornografía, e incluso puede encuadrar en trata de personas, advirtieron representantes del Centro Las Libres y de la Clínica de interés público del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
García Amézquita, becario del Fonca y exdocente en la Universidad de Guanajuato y en el Instituto Queretano de Cultura, tuvo una relación sentimental con una joven originaria de León, con quien grabó videos íntimos con los que pretendió extorsionarla cuando terminaron la relación, y luego los subió a las redes sociales.
De acuerdo con Verónica Cruz, directora del Centro Las Libres, la joven interpuso una denuncia en la Unidad Especializada en Delitos contra las Mujeres de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), cuya carpeta está en proceso de integración, y ya se emitieron algunas medidas cautelares para proteger a la víctima.
Por su parte, el director de la Clínica de interés público del CIDE, Javier Cruz Angulo Nobara, explicó que Luis Antonio García “sin lugar a dudas es un pornógrafo que violenta la vida de las mujeres a través de sus publicaciones y sus comentarios (en redes sociales)”.
Cruz Angulo explicó que el caso del fotógrafo ejemplifica una tendencia que hoy, con el uso de la tecnología, está violentando la vida de las mujeres.
“Dentro de estos estereotipos él aparece como una persona decente, que imparte clases, pero destruye la vida de las mujeres a través de los medios tecnológicos. Este es un tipo de violencia que se está reproduciendo en todo el país”, dijo.
Por ello planteó la necesidad de que las procuradurías de todo el país actúen en consecuencia y se detenga esta forma de violencia de género, “porque este es un caso que nos ejemplifica miles de casos en otros estados, en otros países”.
Sobre el caso en cuestión se pueden tipificar los delitos de abuso de confianza al utilizar material privado y por violentar el artículo 14 de la Ley General de Trata, que hace referencia a la producción de materiales pornográficos a través del engaño y luego su difusión, detalló el abogado, y mencionó que tienen conocimiento de otras mujeres que se han suicidado por la difusión de ese tipo de videos.
“Es una brutalidad, a alguien se le ocurre violentar la intimidad y la vida de esas mujeres”, lamentó.
García Amézquita es egresado de Filosofía, con maestría en Arte por la Universidad de Guanajuato.
Según un testimonio escrito de la víctima –cuya identidad se mantuvo en reserva–, hace casi un año conoció a Luis Antonio García Amézquita y comenzaron un noviazgo.
“Él siempre se presentó como un hombre culto, inteligente, estudiado, artista, conocedor, atento, amable. Él se decía (y aún lo dice) ser poeta, escritor, artista, fotógrafo… Tuvimos relaciones sexuales, como cualquier pareja. Teníamos juegos como todas, y uno de esos fue grabarnos esa noche, específicamente a mí. Yo lo consentí. Cuando aún estábamos en la relación hablamos sobre la confidencialidad del material que él tenía mío y nuestro, prometió que nadie más lo vería. Al dar fin a nuestra relación le pedí que borrara el material, a lo que se negó”.
Fue entonces que pretendió extorsionarla pidiéndole que le enviara otros videos a cambio de no mostrárselos a nadie más.
“Durante nuestros días juntos me habló sobre un blog que tenía en internet, donde subía relatos eróticos sobre sus encuentros sexuales, el cual tuvo que cerrar por una chica que ‘no le gustó que la publicara’’ me dijo. Fue apenas un comentario el que hablamos al respecto, pero yo lo dejé muy guardado.
“Al terminar, mi inquietud trajo a mi memoria ese comentario, me puse a investigar, llegué al nombre de dicho blog, hurgando en sus redes sociales. Efectivamente, el blog como tal estaba dado de baja de manera definitiva (o al menos eso parecía), pero encontré el material en una red social, lo revisé, y en publicaciones de varios años atrás aparecían enlaces al ya desaparecido blog, y también algunas fotos de mujeres desnudas, partes de sus cuerpos: vulvas, pechos, nalgas, escenas de sexo oral, penetraciones… y era él, estoy segura”, refiere el testimonio de la mujer.
A principios de enero pasado la víctima se encontró con publicaciones nuevas. “Comencé a buscarme y ahí estaba yo, en una publicación en octubre de 2015, al parecer ‘inaugurando’ su regreso, ya que a partir de esa publicación le seguían muchas más, con títulos como ‘la nueva víctima’, ‘la que me tiré’, y otros más satirizando a las mujeres con un obvio tono machista y misógino. Pero mi publicación parecía ser especial, hasta se podría decir que había cierta saña, ya que era la única que aparecía por completo mi rostro. En otras también aparecen sus rostros, pero el mío parece ser más explícito al revelar mi identidad. Claro que representó un gran choque para mí, y no era precisamente la culpa o el remordimiento lo que se apoderó de mí, era la rabia que sentía en contra de ese tipo de hombres que se creía que podía hacer lo que quisiera con una mujer y exhibirles como si fueran un objeto. No sentí vergüenza. Sentí miedo, enojo, impotencia…”.
Los representantes de Las Libres y de la Clínica de interés jurídico del CIDE anunciaron su apoyo a la víctima y se pronunciaron por una sanción social para García Amézquita ante los medios de comunicación.
“Queremos dejar el mensaje para que no se reproduzca el fenómeno y para dejar claro que las nuevas tecnologías no deben ser una forma de violentar y seguir fomentando los estereotipos de género que siempre están, y que este tipo de violencia está cobrando vidas”, señalaron.
“Se señala esta persona como alguien que está dentro de la comunidad como un filósofo, como un artista. Se aparece como decente, tiene una maestría; sin embargo, es una persona que violenta profundamente y disfruta de la agresión contra las mujeres”, ratificó el abogado Cruz Angulo.
Por su parte, el abogado Antonio Caballero dijo que espera que la Procuraduría General de Justicia de Guanajuato haga su trabajo, y que todas las instituciones que deben atender y prevenir estos delitos reaccionen para perseguir los probables delitos que el fotógrafo ha cometido.
Información: Proceso