Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.
Mientras más de la mitad del país vive en la pobreza, el presidente Enrique Peña Nieto se empecinó en estrenar el avión presidencial más caro del que se tenga registro no sólo en México, sino en todo el mundo. Se trata de un Boeing 787 Dreamliner, bautizado como “José María Morelos y Pavón” y acondicionado a todo lujo, con un costo total de más de 7 mil 500 millones de pesos a pagar en 15 años. El Jefe del Ejecutivo había dicho que se analizaba su venta, pero al final no fue así.
Ni siquiera el mandatario de la nación más poderosa del mundo, Barack Obama, de Estados Unidos, se ha dado ese lujo. Y es que el nuevo Boeing 787 Dreamliner fue acondicionado con la tecnología y aditamentos más modernos del planeta, a pesar de que los detalles de su interior o equipamiento son apenas conocidos, pero ya se le conoce a nivel internacional como un “palacio en el cielo”.
Políticos y partidos de oposición han calificado el derroche como un capricho presidencial, pues bien se pudo haber comprado un avión más económico y menos lujoso o incluso usar otras aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana.
Incluso, el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ha publicitado que de llegar a la Presidencia de la república en 2018, vendería de inmediato la fastuosa aeronave.
El senador Alejandro Encinas dijo que se trata de un caro capricho presidencial que se pagará con los impuestos de todos los mexicanos.
Y es que el nuevo avión presidencial Boeing Dreamliner 787 llegó ayer al nuevo hangar presidencial. En su versión comercial puede transportar hasta 400 pasajeros, pero para el uso de Enrique Peña Nieto sólo tendrá 80 lugares divididos en dos secciones con pasillo doble, además de una amplia cabina para el Jefe del ejecutivo con baños, regadera, espacio para ejercitarse, recamará, despacho y salada de juntas. La nave que es considerada una bofetada para los mexicanos puede volar de México a Japón o a Europa, sin escalas.
Es de señalar que del costo original del avión por 3 mil millones de pesos, la cifra total se eleva por el esquema de pagos que se prolongará hasta el 2027, cuando se habrán pagado 6 mil 308 millones, más mil 211 millones para el mantenimiento de la nave que tendrá una vida útil de 25 años.
