Juan R. Hernández / Grupo Cantón
El fin de la huelga minera más larga del país y la justicia ambiental en el Río Sonora se consolidan como ejes del balance de fin de año.
Ciudad de México.- El año se apaga y, con él, también comienzan a cerrarse heridas que parecían eternas. En la conferencia matutina, mientras el calendario se acerca al último día de 2025, el nombre de Cananea volvió a escucharse con un peso distinto. Ya no como sinónimo de conflicto sin salida, sino como símbolo de una decisión política que, desde Palacio Nacional, se empujó hasta sus últimas consecuencias.
La presidenta Claudia Sheinbaum observaba el balance como quien revisa cuentas al final del ciclo: números, sí, pero sobre todo historias. Dieciocho años después, la huelga minera más larga del país llegó a su fin. Más de 650 trabajadores, viudas y familias comenzaron a recibir indemnizaciones. No era solo dinero —repetían los funcionarios— era dignidad. Cananea dejaba de ser deuda pendiente.
A la par, el Río Sonora, herido desde 2014 por el derrame tóxico de Buenavista del Cobre, entraba a una nueva etapa. Hospitales que se transforman, plantas potabilizadoras que brotan donde antes hubo desconfianza, monitoreos permanentes de metales pesados y comunidades sentadas a la mesa.
La justicia ambiental, tantas veces postergada, se convirtió en política de Estado. El mensaje fue claro: Grupo México debía cumplir, y el gobierno sería firme.
El gobernador Alfonso Durazo agradeció la sensibilidad presidencial; Alicia Bárcena habló de restauración y futuro. Pero el momento tenía algo más: el cierre de un capítulo histórico en Sonora que otras administraciones dejaron abierto.
Balance de fin de año
Con ese telón de fondo, Sheinbaum hizo el balance de su primer año. Admitió que 2025 fue complejo: Trump de vuelta en la Casa Blanca, cambios en el comercio mundial, tensiones externas. Aun así, enumeró logros que calificó como inéditos. Soberanía energética con Pemex y CFE fortalecidas, producción petrolera rumbo a 1.8 millones de barriles diarios, una reforma judicial que llevará jueces a las urnas, nueva Ley del Agua, récord turístico, estabilidad macroeconómica y empleo formal en máximos históricos.
Habló de pobreza a la baja, salarios al alza y de un modelo económico distinto. “Hoy estamos mejor”, afirmó, corrigiendo incluso el lapsus que arrancó murmullos. Y mirando al futuro, anunció campañas para combatir la violencia de género desde la infancia.
El año cerró con una frase que quedó flotando en el salón: “2025 nos fue bien y 2026 le va a ir mejor a México”.

