Ciudad de México.- Era la medianoche del 8 de enero cuando un hombre pasaba por un gran pedido de tacos en una camioneta blanca, el pedido era para “alguien grande decían”, una pista de que Joaquín el “Chapo” Guzmán se encontraba en Los Mochis, Sinaloa.
Testigos que avistaron al hombre que recogió el gran pedido de tacos aseguraban era uno de los hombres de Joaquín el “Chapo” Guzmán, prófugo de la justicia tras su fuga de El Altiplano.
Las autoridades ya sospechaban que Guzmán Loera estaba en Los Mochis, interceptaron teléfonos y escucharon que “alguien grande” estaba por llegar y después, el enorme pedido de tacos.
El movimiento fue rápido, a las 04:30 horas, los infantes de marina ya estaban ingresando a una vivienda y se enfrentaron a balazos a los hombres del “Chapo”. Al lograr el control del lugar encontraron que estaba totalmente preparado para una fuga con trampas, espejos falsos y la especialidad de Guzmán Loera, los túneles.
Así lo dio a conocer Azam Ahmed en una publicación de The New York Times.
Ahmed describe la recaptura del “Chapo” como “la cacería humana más intensa de la historia moderna de México”. Aseguran que esto se debió a que la fuga del capo sinaloense avergonzaba al presidente Enrique Peña Nieto.
Créditos, VanguardiaMX.