BAJA CALIFORNIA.- Sin familiares, sin seres queridos, así es como ocurren los entierros de las personas que pierden la batalla contra el Covid-19 en el panteón municipal Número 13 al este de la ciudad de Tijuana, Baja California, donde están siendo llevados los cuerpos.
Los trabajadores del cementerio tienen que portar trajes especiales para protegerse de ser infectados, a los familiares de las víctimas por coronavirus no se les tiene permitido acercarse.
“Desde el momento del ingreso del paciente al hospital, no pueden volver a ver al paciente, no lo pueden volver a ver”, señaló Dora Castro, Jefa de Trabajo Social del Hospital General de Tijuana.
Dora Castro es la trabajadora social del Hospital General en Tijuana, donde se concentra la mayoría de los casos Covid-19, ella es la encargada de informar de la muerte del paciente a los familiares.
“Probablemente esto va a generar crisis emocionales posteriores”, explicó.
Las implicaciones psicológicas de este fenómeno aun no son de todo claras, expertos comentan que el impacto emocional de perder a un ser querido y no tener la posibilidad de despedirlos pueden ser muy serias.
“Desde el punto de vista de la salud mental es muy desafortunado, el trauma que se sufre con esta enfermedad puede adherirse si no hay un cierre o un trabajo de la perdida y uno de los cierres más importantes cuando fallece alguien es precisamente el ritual del entierro o del velorio”, comentó la psicóloga Ana Laura Galicia.
Morir de coronavirus es trágico dos veces, caer víctima del Covid-19 es enfrentar la crisis sanitaria, el desabasto en los hospitales, el trabajo de médicos y enfermeras, morir es irse sin ser despedido, es mantener la sana distancia aún después de muerto.
“A los familiares de los fallecidos, les tenemos que explicar que por la naturaleza de la defunción no va a ser posible hacer un velorio de manera convencional, de manera donde ellos puedan abrazar a esa persona y despedirse de esas personas”, señaló Dora Castro.
Empleados de diversas funerarias son las personas que despiden a los muertos, una nueva forma en la que se entierra a las víctimas del Covid-19, sin familiares, sin seres queridos, un respetuoso acompañamiento de los trabajadores del campo santo quienes con cavan para los que no conocieron, los honran desde su oficio.
Con información Excelsior