Tabasco.-Ya ni en paz se puede descansar. Al menos eso fue cierto en el caso de una mujer de setenta años de edad, cuyos restos mortuorios fueron sacados de su tumba, para robarle su dentadura.
Los ladrones interrumpieron el descanso eterno de la anciana, sepultada apenas hace dos años en el mes de junio de 2016, para sustraerle unos dientes de oro, un dije y una cadena que llevaba prendida al cuello, como constataron ante las autoridades los sorprendidos y consternas familiares por el ultraje.
Fue el vigilante del camposanto, ubicado en la colonia Belén, de la comunidad de San Carlos, quien dio aviso a la Policía del insólito robo. Junto a la tumba profanada se encontraban los despojos de la finada y las herramientas -unas palancas y un marro- que los amantes de lo ajeno, en su carrera encubierta por la noche, abandonaron al alba.
Las autoridades consignaron el delito, aunque no encontraron ni rastro de los profanadores de la tumba, que gracias a su botín ahora sí tienen en qué caerse muertos.
De este hecho tomó conocimiento la Fiscalía del Estado, para dar con los responsables.