Juana Baltazar Felipe, una indígena purépecha de 36 años, fue asesinadapor su esposo Wilfrido, quien la apuñaló en varias ocasiones frente a sus hijas de 14 y 7 años el pasado 17 de marzo en el municipio de Chilchota.
Su familia, originaria de la comunidad de Zocopo, municipio de Chilchota, hasta el momento no sabe si el agresor a pesar de ser detenido cuatro días después del crimen, sigue en prisión o si fue vinculado a proceso, tampoco comprende qué pasó en una primera audiencia, porque aseguran activistas, no contaron con un traductor de purépecha.
La Comisión Estatal de Atención a Víctimas, dónde está su actuación, esto tiene desde el 21 de marzo y no se ha acercado en absoluto a la familia, no se les ha apoyado con los gastos funerarios, los traslados a la Fiscalía regional de Zamora tampoco los hace”, afirmó Circe Lucero López Riofrío de la Asociación Civil Humanas Sin Violencia.
Alma Miriam, de 19 años, hija mayor de Juana, asegura que desde pequeña su padre agredía a su mamá; ella y sus hermanas corrían la misma suerte.
Juana denunció varias veces ante el Ayuntamiento la violencia doméstica ejercida por su marido, pero en el municipio jamás la apoyaron, al contrario, hacían que regresara y conciliará.
Una semana antes del homicidio, ya había dejado la casa de la familia de su esposo con quiénes vivió los 19 años de matrimonio, se refugió con su hermano y cuñada, hasta dónde llegó Wilfrido con un cuchillo y la asesinó.
Alma Miriam pide justicia para su mamá, que se quede en la cárcel el agresor, aunque sea su propio padre, así como protección para sus hermanas y toda la familia, porque temen más agresiones.