Con la guerra contra del crimen organizado la violencia incrementó en México en los últimos años, por lo que las familias han tenido que cambiar de rutinas y hábitos para sentirse más seguras en sus entidades.
Algunas de las acciones cotidianas que los padres han tenido que evitar con sus familias es llevar cosas de valor (65.5%); caminar de noche en alrededores de su vivienda (52.3%); visitar parientes y amigos (35.9%), y permitir que menores salgan de su vivienda (58.6%).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), del INEGI, los mexicanos han modificado sus acciones cotidianas por temor a la delincuencia.
Por ejemplo, en junio de 2017, 55.5% de las familias dijeron no permitir que sus hijos salieran de su casa por temor a convertirse en víctimas, y para junio de 2018, 58.6% aceptó que prohibían a sus pequeños salir a la calle, es decir 12.2 millones de padres o tutores.
El Departamento de Estado, de Estados Unidos, emitió una alerta de seguridad en cinco estados de la República Mexicana: Tamaulipas, Colima, Guerrero, Michoacán y Sinaloa.
En Colima, siete de cada 10 padres de familia les prohíben a sus pequeños salgan de sus hogares, es decir, 66.4%; seguido de Sinaloa, 51.1%; Tamaulipas, 50.6%; Michoacán, 50.3%; y Guerrero, 22.4%.