JESÚS VÁZQUEZ
GRUPO CANTÓN
CANCÚN. El Museo Subacuático de Cancún (Musa) requiere alrededor de 1 millón de dólares al año para renovar y actualizar los permisos que le permitan continuar hundiendo esculturas y ampliar el número de galerías submarinas, pero no hay quien aporte los recursos, reveló Roberto Díaz Abraham, director del recinto.
“Tenemos tres años que no inundamos nada, el tema es el famoso permiso, porque se necesita cumplir con las condicionantes, que son un montón de estudios que se tienen que cumplir cada año y son carísimos”, expuso el también empresario y escultor.
Los estudios originales se realizaron hace más de una década, cuando se creó el Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y
Punta Nizuc, dentro del cual se encuentra el Musa, los cua- les consisten en la medición de corrientes, caracterización de la zona y demás mediciones del entorno marino, para posteriormente tramitar una Mani- festación de Impacto Ambiental con todos esos datos que les permita obtener la autorización por parte de la Semarnat para abrir nuevas galerías submarinas donde hundir nuevas esculturas.
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