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noviembre 23, 2024

Vivir Bien

Un método para vivir mejor

La prevención, es decir el incrementar el bien vivir para evitar los sufrimientos en los individuos, la familia y el barrio, busca que se practiquen las habilidades para la vida para enfrentar exitosamente esos sufrimientos, que a veces son inevitables.
El consumo de sustancias tóxicas, el inadecuado manejo del tiempo libre, las afectaciones a la salud, la sexualidad inadecuada, las dificultades familiares, forman parte de esos riesgos.
Las habilidades para la vida nos otorgan la sensación de fortalecimiento interior, de confianza en que somos capaces de cuidarnos a nosotros mismos y a los demás.
Múltiples experiencias demuestran que métodos como el Modelo preventivo Chimalli toca a tu puerta, (https://www.academia.edu/33646096/Revista_redes_Modelo_Preventiuvo_Chimalli_toca_a_tu_puerta.pdf) logran en 90 días de práctica continua de técnicas cuerpo/mente/espíritu, nuevos aprendizajes que ponen en acción los valores de autocuidado y amor al prójimo que se requieren para reducir de forma significativa la percepción de daño de problemáticas asociadas al uso de sustancias, violencia, enfermedades y conductas antisociales.
Nuestras investigaciones han permitido formular cinco lecciones aprendidas:
1. Es la acumulación de riesgos la que determina el deterioro social, no los comportamientos de riesgo aislados.
2. El riesgo acumulado y los consumos de sustancias predicen los comportamientos violentos hacia las mujeres.
3. La protección no es la ausencia de riesgo acumulado sino la presencia de recursos internos: fortaleza interior, autoestima, manejo de las emociones, sentido del humor; y, recursos externos de las personas en sus comunidades proximales: vínculos con la familia, clima familiar, redes de apoyo.
4. Es posible cambiar la trayectoria del riesgo acumulado trabajando habilidades para la vida en redes proximales.
5. Planes de acción de doce a quince semanas de promotoría con práctica intensiva durante las actividades diarias, hacen la diferencia. En ese tiempo es posible también habilitar redes de apoyo.
El método Chimalli descansa en el apoyo humano -honesto, decidido y cotidiano- entre las personas del ambiente proximal que desarrollan habilidades para la vida ya que introduce los elementos necesarios: un componente espiritual y de solidaridad, el aprendizaje de técnicas psicosociales para la disminución del estrés, la negociación para resolver conflictos.
Habilidades cuerpo/mente/espíritu que incorporadas a la vida diaria dan como resultante un cambio psicosocial.

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