Es muy probable que la pregunta que formulamos en el título te la hayas planteado alguna vez. Es más, quizás en un futuro tengas que indagar un poco más sobre ella porque te veas en la necesidad de conocer la respuesta. O tal vez incluso la necesites ahora. ¿Se puede vender una casa que está aún con hipoteca?
La respuesta es clara: sí, se puede vender una casa que está hipotecada. Y, para ello, nada mejor que conocer estos requisitos para vender una casa y las fórmulas que tienes disponibles para vender una casa con hipoteca.
Cancelar la hipoteca tras vender la vivienda
La primera fórmula que tienes para vender una casa que está hipotecada es la que se suele emplear con mayor frecuencia. Se trata de cancelar ante notario la hipoteca justo en el momento en el que se vende la vivienda.
Para cancelar la hipoteca en este supuesto hay que llevar el día de la escritura el Certificado de Deuda Pendiente. De esta forma, tanto el pago como la cancelación de la hipoteca quedan registrados ante notario y el comprador podrá comprobar de primera mano que adquiere una vivienda sin ningún tipo de cargas.
Una fórmula en la que se dan por los general dos casos específicos:
- Si la vivienda se vende por encima del valor que queda pendiente de la hipoteca, se puede cancelar ante el notario sin problema (una parte del cheque de la compra irá destinada al banco y la otra a nuestra cuenta)
- Si la casa se vende por debajo del valor pendiente que queda de la hipoteca, quedará un préstamo pendiente con la entidad bancaria (la parte que quede de la hipoteca se convierte por tanto en un nuevo préstamo bancario)
En este último caso, habrá que considerar si merece la pena vender o no la vivienda.
El último paso que se lleva a cabo en esta fórmula es realizar el levantamiento del Registro. Por lo general, es un trámite del que se encargan el notario o la entidad bancaria, aunque en ocasiones deberá hacerlo uno mismo.
La subrogación de la hipoteca
Una subrogación de hipoteca es transmitir la deuda hipotecaria que aún tiene la casa al nuevo comprador. Una fórmula que para que se pueda llevar a cabo requiere de la aprobación tanto del banco como del comprador. No en vano, el banco tendrá que comprobar que el comprador puede hacer frente al pago de dicha hipoteca.
Una de las ventajas de la subrogación de la hipoteca es el hecho de no tener que pagar al banco el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD). Este impuesto hay que abonarlo cada vez que se firma una hipoteca y corresponde a un porcentaje que varía en función de la comunidad autónoma en la que se solicita el préstamo.
La subrogación se emplea como forma de pago del valor total de la vivienda, por lo que para ello habrá que llegar a un acuerdo definitivo con el comprador. La ventaja de esta fórmula es que el comprador se ahorra los gastos de contratación de una nueva hipoteca.
Con la subrogación de la hipoteca lo que se hace, en resumen, es cambiar el nombre del titular, ya que el comprador te sustituye en el pago de la hipoteca al hacerse cargo de la misma.
La hipoteca puente
Una hipoteca puente es un proceso menos frecuente que los dos anteriores, pero que también resulta válido para vender una casa hipotecada.
En esta ocasión, es la fórmula ideal para comprar una vivienda mientras se pone a la venta la que ya tenemos en propiedad. De ahí precisamente su nombre de puente: para no tener que pagar dos hipotecas a la vez y por separado se paga una sola unificada con un importe menor.
Para que te tramiten una hipoteca puente el banco tiene que tener la certeza de que vas a vender tu vivienda anterior para comprar la nueva. De esta manera, una vez que la hayas vendido se podrá cancelar la parte correspondiente a la hipoteca antigua para calcular la hipoteca de la nueva vivienda.
El problema de este tipo de hipoteca puede venir si no consigues vender rápidamente la antigua vivienda. Sin embargo, es ideal para aquellas situaciones en las que debemos mudarnos de ciudad de manera urgente.
Tal y como podemos ver, vender una casa que aún está hipotecada es posible. Hay diversas fórmulas para ello, por lo que todo dependerá de la situación en la que se encuentre la vivienda. Lo que sí es cierto es que, en la mayoría de las ocasiones, serán trámites que deban hacerse ante notario y con la aprobación del banco.