¿Alguna vez te has puesto a ver tu guardarropa detenidamente? ¿qué piensas de tus blusas, faldas, vestidos y zapatos ? Hoy en día la industria, la globalización, la tecnología, en sí la modernidad nos ha dejado ver que tenemos que evolucionar. Esto por supuesto incluye nuestra imagen.
Antiguamente veíamos a la mujer ama de casa y posiblemente a una que otra “moderna” trabajadora o asistente que no usaban más que coordinados para ir a la oficina, algo muy estereotipado para la mujer.
Sin embargo, poco a poco las empresas han evolucionado, y en el mercado actual se incluyen puestos y rangos para la mujer profesional.
Las empresarias y ejecutivas son mujeres y eso nos da la pauta para poder transformar un poco nuestro atuendo. No quiero decir que todas tienen que cambiar, hay ciertos puestos y empresas que pueden darse el lujo de modificar su código de vestir; todo depende del giro y de la formalidad de la misma.
Año con año es más común que los puestos de alto rango los ocupen mujeres de todas las edades con nuevas ideas, inquietudes, dinámicas, actuales y en ocasiones con personalidad extrovertida, ya que eso es lo que exige el mercado.
Pensando en todo esto, ¿por qué no aplicar ese cambio a nuestra imagen? ¡anímate! Si tu empresa es jovial, dinámica y con un estilo casual, hazlo, no requieres de una gran inversión.
Solo una recomendación más: no abuses de la moda, haz los cambios poco a poco hasta que te sientas segura de lo que estás haciendo. Recuerda que nada con exceso, todo con medida.