Una buena imagen consiste en el buen manejo de muchos estímulos visuales entre ellos la ropa, los accesorios y el lenguaje corporal, sin embargo hay un elemento muy menospreciado, pero que en realidad es el secreto de proyectar una imagen correcta y perfecta sin tanta inversión: el grooming.
Para los que no conocen la palabra, el grooming en su descripción literal es el aseo e higiene personal, pero en el área de imagen es percibido como el arreglo y pulcritud que puedas tener en tu aspecto, en donde se incluye: el maquillaje, el corte de cabello, peinado, uñas y accesorios.
Definitivamente la ropa bien seleccionada de acuerdo con tu silueta, los colores que te corresponden y el estilo adecuado, apoyada o no por un asesor en imagen, son importantes, pero todo esto puede ir directo a la basura si tu grooming no es el correcto.
Lo podemos comprobar imaginando a dos chicas con las mismas características físicas: piel morena, cabello castaño y ojos color café, vestidas de forma idéntica, pantalón de mezclilla y blusa blanca de cuello redondo, pero, una con un maquillaje natural, accesorios discretos en metal y tonos dorados o plateados, peinada con una coleta alta de forma impecable y sin adornos en el cabello, lucirá muy diferente a la chica número dos que va sin maquillaje o con un maquillaje muy exagerado, con pulseras de colores brillantes en materiales como plástico, el cabello suelto sin peinar y con una dona naranja tejida para agarrar el cabello. La percepción es distinta y todo lo hace el grooming.
Cualquiera de las dos opciones que tú elijas será la correcta si así quieres lucir, sin embargo todo lo hará el grooming que selecciones para ti.
